Sistematización de la experiencia "El Rincón de la Mujer Mapuche"

85 profesionalización los/as aleje de la perspectiva de las comunidades, volviéndose dependientes de las lógicas de quien remunera, perdiendo autonomía y condicionando el espectro de prácticas posibles. Por otro lado, existe desconfianza de que estos espacios sean mal utilizados por operadores políticos sin vínculo comunitario y la consecuente manipulación de la participación comunitaria. El Sistema Único de Salud (SUS) en Brasil, con fuerte base territorial y comunitaria, consideró en su implementación la figura de agentes de salud de la comunidad encargados de dicha articulación, cuya experiencia se va profesionalizando y formalizando, incluyendo el pago a este tipo de cuidados comunitarios y que, tras el término de la política pública y financiamiento de ésta, vuelve a poner el foco en el rol de los agentes cuando no hay financiamiento para su trabajo. En Chile, existen antecedentes de esta discusión en el contexto de la creación de la figura de agente comunitario de salud en la implementación del Modelo de Atención Integral en Salud con Enfoque Familiar y Comunitario (MAIS) en los CECOSF (Centros Comunitarios de Salud Familiar). La propuesta de un salario tensionó su doble rol, por un lado, como trabajadores de los sistemas de salud y extensión de éstos; y como agentes de cambio, que son parte, conocen y defienden a su comunidad (Fundación EPES y DIVAP, 2016). En Latinoamérica, los trabajos de cuidados -tanto en la esfera familiar como comunitaria- no están reconocidos. Existe una problematización inicial sobre cómo estas labores -generalmente realizadas por mujeres- sostienen la vida cotidiana y permiten el trabajo productivo en las sociedades, sin ahondar en mecanismos para abordar dichas brechas.

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