¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A CAPÍTULO I I I Ges t i ón i ns t i t uc i ona l y pedagóg i ca en l as escue l as e f ec t i vas 56 PRIMERA PARTE as 14 escuelas que forman parte de esta investigación entregan muchas luces sobre la importancia que tiene una gestión institucional y pedagógica de excelencia para cumplir con el objetivo de proporcionar a los niños de escasos recursos una educación de calidad. En las páginas que siguen se discute sobre los elementos de la gestión de estas escuelas que más resaltan a la hora de explicar sus buenos resultados en las mediciones SIMCE. Dichos elementos se han resumido en diez puntos o afirmaciones centrales que varían según las experiencias. A nivel general, se observan similitudes importantes entre escuelas, pero en las prácticas y aspectos específicos, muchas diferencias. No obstante, todas las escuelas estudiadas se preocupan o mantienen una política en el área que plantea cada afirmación. Si bien algunas investigaciones tienden a separar la dimensión institucional de la pedagógica, para efectos del análisis esto ha resultado particularmente difícil, probablemente debido a que, en estas escuelas, ambos niveles aparecen fuertemente imbricados y coherentemente articulados. Por esta misma razón, el capítulo se ha estructurado sin hacer esta distinción, aun cuando algunos aspectos claramente son más institucionales que pedagógicos. La experiencia de estas 14 escuelas demuestra que ambas dimensiones se superponen y que es muy difícil entender una buena gestión pedagógica sin procesos institucionales y organizacionales también eficaces que la sustenten (y viceversa). 1. Escuelas que poseen una cultura escolar positiva En todas las escuelas estudiadas existe una cultura escolar que contribuye al logro de buenos resultados. Esta cultura tiene dos ejes principales. El primero está relacionado con la presencia de un fuerte capital simbólico , de un sentido y motivación común que orienta el accionar de las personas que en ellas trabajan. El segundo dice relación con cómo se vive el trabajo en estas escuelas, lo cual está determinado por un fuerte sentido de la responsabilidad y de la excelencia docente ( ética del trabajo ). Un fuerte capital simbólico Este estudio arroja que las escuelas efectivas tienen una característica coincidente en lo que se refiere a la existencia de un sentido común, de una motivación compartida en su equipo por entregar a los niños una educación de calidad. Si hay algo que distingue a las escuelas estudiadas es que existe esta motivación por hacer las cosas bien. Son establecimientos que creen casi ciegamente en lo que pueden lograr haciendo un buen trabajo con sus alumnos. Los profesores, día a día, trabajan convencidos de que es posible entregar a los estudiantes las herramientas necesarias para que puedan tener una vida satisfactoria a través de una educación de excelencia. Las fuentes u orígenes de esta motivación común o capital simbólico son variadas. En algunos establecimientos tiene que ver con una historia compartida, con un proceso de años en el cual las distintas piezas que dan vida a estas escuelas han ido generando una manera de ver y hacer las cosas. En otros casos, este capital simbólico tiene como punto de origen un pasado problemático, con deficientes resultados educativos. El salir de esta situación y el reconocimiento del despegue hacia buenos resultados ha contribuido a levantar un sentido de compromiso sobresaliente. Específicamente, el reconocimiento que logran alcanzar estas escuelas es un aspecto central en sus buenos resultados, 1 por cuanto retroalimenta este sentido o motivación común por seguir haciendo bien el trabajo. La mayoría de las veces este reconocimiento proviene de los 1 Así lo reconoce la gran mayoría de los profesores entrevistados. CAPÍTULO I I I Ges t i ón i ns t i t uc i ona l y pedagóg i ca en l as escue l as e f ec t i vas L

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