Seminario Internacional : Profesión docente y educación continua en América Latina : aprendizajes y desafíos

139 SEMINARIO INTERNACIONAL PROFESIÓN DOCENTE Y EDUCACIÓN CONTINUA EN AMÉRICA LATINA: APRENDIZAJES Y DESAFÍOS discusiones o conversaciones que tenemos con los/as profesores/as en el marco de la formación continua, también empiecen a ocurrir desde la formación inicial. Hay una serie de estructuras, demapasmentales, de orientaciones, de sentido, de significados, que el/la docente construye desde el primer semestre que está en la universidad y que probablemente también ha venido construyendo desde que era estudiante y fue modelado por otro/a profesor/a. Es fundamental, entonces, prestar especial atención a la articulación entre formación inicial y formación continua. Las exposiciones relevaron también que en estas dos últimas décadas ha habido un especial énfasis respecto a resignificar la profesión docente, en general, y la formación de profesores, tanto en el nivel inicial como en el continuo, en particular. Existe también consenso respecto a que la profesión docente es un continuo formativo que es denominado desarrollo profesional, pero también se evidenció un acuerdo sobre la necesidad de profundizar respecto al significa - do de este continuo formativo: ¿en qué consiste?, ¿cómo se articula la formación continua con lo que ocurre en la escuela, en lo cotidiano? Respecto de los/as profesores/as y la profesión docente, se ha insistido en el reconocimiento de los/as profesores/as como sujetos profesionales y como sujetos sociales. Esa es una cues- tión relevante y desafiante para la política pública primero, pero también para las instituciones de educación superior que tienen programas de formación inicial y de formación continua. Cuando miro al otro como un sujeto, tengo entonces que proponer un tipo de interacción con este que es diametralmente distinta a la que existe hoy día, en la que suele verse la carencia en el otro y no la capacidad. Respecto de las condiciones de trabajo, se ha relevado la importancia de la gestión, la signi- ficación y la comprensión del tiempo, tanto personal como institucional. Se ha enfatizado que la recuperación del verdadero sentido de las cosas está íntimamente ligado al modo en que estamos gestionando el tiempo en la escuela y cómo gestionamos también nuestros tiempos, cómo nos agenciamos el propio tiempo. Asimismo, se han planteado asuntos relativos al ingre- so, la estabilidad laboral, la trayectoria profesional, la carrera docente y, muy especialmente, la carrera directiva, es decir, el reconocimiento efectivo a la condición profesional del docente, en tanto sujeto profesional. Otra dimensión sobre la que se ha reflexionado, dentro de estas condiciones para el ejercicio de la profesión, es el derecho de los/as docentes, de modo individual y colectivo, a participar en la formulación de políticas que tienen que ver con su propia trayectoria profesional y a par- ticipar, por supuesto, en la definición de las necesidades de su propio desarrollo profesional. Si tuviéramos que identificar una relación entre estas dimensiones de las condiciones necesa - rias para el desarrollo profesional docente, tendríamos que apelar a un concepto que afortuna- damente está usándose cada vez más en la literatura y en la práctica formativa de profesores/ as: la justicia social. La comprensión actual de la justicia social precisamente tiene estos tres niveles, el reconocimiento del otro como un legítimo otro, la redistribución de lo material y la participación efectiva en la toma de decisiones que tienen que ver con la propia vida. Finalmente, las diversas exposiciones identificanpuntos de ruptura entre la tradicional formación continua y lo que se le demanda hoy a la misma. La visión tradicional implica el desarrollo de capacidades profesionales asociadas únicamente a la formación inicial y continua entendidas

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