Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

Paulina Pizarro Laborda 32 complejo para niños y niñas en edad preescolar. Sin embargo, las prácticas basadas en la investigación permiten reconocer algunos aspectos fundamentales que facilitan la enseñanza deliberada de palabras nuevas o poco familiares para ellos/as. Cuando hablamos de instrucción explícita de vocabulario –es decir, de la enseñanza deliberada de palabras nuevas o poco fami- liares– nos referimos al modo directo en que la o el docente puede dar a conocer el significado de palabras nuevas o desconocidas. Para ello se puede realizar una serie de experiencias de aprendizaje dinámicas e interactivas que, por una parte, le permitan al niño o a la niña conocer una palabra nueva y su significado, así como tam- bién interactuar con dicha palabra y su significado. Existe también la posibilidad de que la enseñanza de vocabulario no sea explícita o deliberada, sino implícita, como cuando el proceso de enseñanza y aprendizaje de palabras nuevas ocurre de forma indirecta mediante otras experiencias (por ejemplo, la lectura de cuentos infantiles). En este artículo nos focalizaremos en la enseñanza deliberada de palabras nuevas a niños y niñas en edad preescolar. ¿Por qué es importante que los niños y las niñas en edad preescolar aprendan palabras nuevas? Para comprender la importancia de la enseñanza del vocabulario durante los años de educación parvularia hay tres aspectos funda- mentales a tener en cuenta. En primer lugar, la brecha que existe en el sistema escolar a pro- pósito de las diferencias socioculturales y socioeconómicas, tanto en Chile como en otras realidades latinoamericanas, es alarmante. Se ha comprobado que niños y niñas que pertenecen a niveles socioe- conómicos más desfavorecidos tienen significativamente niveles más bajos de vocabulario en comparación con sus pares de contextos más favorecidos. En parte, esto ocurre porque es más probable que en sus hogares estén expuestos a una menor cantidad de libros y textos infantiles, y a menos lecturas de cuentos; por lo tanto, se relacionan menos con el mundo letrado. Esto significa que los niños y las niñas que se desenvuelven cotidianamente en contextos desfavorecidos tienen un lenguaje oral más limitado, y que cuando llegan a los

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