Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018

Diálogo y reflexión en procesos de enseñanza-aprendizaje en cursos de agricultura campesina y desarrollo rural Iván Cano Silva , Francisco Lagos Susaeta , Felipe Bravo Peña , Claus Köbrich Grüebler y Mario Maino Menéndez 266 miradas e incidir en el profesional que los estudiantes quieren ser, ampliándoles el aba- nico de opciones. Porque ¿no es verdad que nos preguntamos pocas veces quiénes que- remos ser y qué mundo queremos construir? Es importante recalcar que, al ser electivos, estos cursos dependen en buena medida de la voluntad y tiempo que tengan sus coordinadores. Por ejemplo, el CFG Diálogo con Campesinos actualmente no se desarrolla porque se levantó principalmente por una organización estudiantil y territorial, la que tiene tiempos y capacidades limitadas, y no contaba con un presupuesto que permitiese darle formalidad, por lo que se tuvo que posponer. En cuanto a Agricultura Campesina y Desarrollo Rural, este funciona desde fines de los ‘90 pero, al ser electivo, no forma parte del currículum oficial de ninguna carrera, por lo que su continuidad no puede asegurarse. Discusión y reflexiones Considerando que los cursos son electivos, o sea, de carácter voluntario y optativo, cuentan con algunos elementos que les permiten tener características positivas y otras negativas. Por un lado, dado que no son parte de la formación profesional curricular, se posicionan con una importancia relativa menor que otros cursos. Al mismo tiempo, su formulación y realización dependen en gran medida del tiempo que le asignen los profesores coordinadores y colaborados, considerando sus otros cursos obligatorios o los proyectos que estén desarrollando. Como aspecto positivo se puede resaltar que se forma un grupo de estudiantes especial- mente interesados en estos temas, lo que se demuestra en las conversaciones al momento de expresar sus dudas, opiniones o reflexiones. Para fomentarlas aún más, se comple- menta con metodologías participativas, haciendo énfasis en la validez de sus opiniones, generando un espacio propicio para que se atrevan a interactuar. Este hecho tiene mu- cha importancia, ya que los estudiantes se van empoderando del curso y lo ven como algo significativo para su desarrollo formativo. Lo metodológico permite que se genere una discusión continua por parte de quienes toman estos ramos, cuestionando lo que sabemos (incluido el cuerpo docente) y generando nuevos conocimientos que permitan reflexionar hacia qué tipo de mundo deseamos construir y cómo lo construimos. Es por ello que, si bien son cursos de carácter electivo, los estudiantes los ven con buenos ojos, ya que abordan elementos no presentes en lo curricular. Por sobre todo, se aporta al desarrollo de reflexiones que puedan ser de utilidad para sus procesos como estudiantes y como sujetos de acción. En futuras versiones de estos cursos, resulta interesante la aproximación que pueda dar- se en lo metodológico respecto a la incorporación de modelos que pasen del diálogo con actores relevantes del mundo rural, a la acción conjunta entre los participantes del curso y actores externos. Hasta ahora, la relación que tienen los cursos y los estudian- tes con los productores campesinos es principalmente de compartir y conocerse. Es así que, si bien se trata de realizar una aproximación hacia el extensionismo crítico, falta desarrollar un camino que permita una mayor interacción con actores rurales. En este sentido, el modelo de aprendizaje basado en problemas puede ser una herramienta que se adaptaría de buena forma a los tiempos y estructuras existentes actualmente. Más allá, estrategias tales como las comunidades de prácticas e iniciativas de investigación-acción participativa también podrían insertarse como proyectos a desarrollar, pero requerirían cambios más estructurales en cuanto tiempo y recursos relacionados.

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