Desafíos emergentes de la modernización del Estado : reflexiones y casos de América Latina y Europa

Javier Fuenzalida | Pablo González ( Editores ) 20 ¿Es este modelo de proyecto pertinente para las administraciones? Este modo de organización, aplicado a la administración pública, no implica la modificación de las misiones o los perímetros del Estado, ni tampoco la reforma sustancial de la educación, la sanidad, la vivienda u otros bienes o servicios públicos. El modelo de proyecto, tal como en la empresa, se circunscribe a áreas de administración perfectamente delimitadas. En el caso que va a ocuparnos, el objetivo era intentar que los salarios de los funcionarios franceses fueran gestionados y operados por una única autoridad central. Al que esté familiarizado con el sector privado le parecerá algo obvio que a los asalariados se les pague según un mismo procedimiento y en un mismo lugar. Efectivamente, es difícil imaginar que en una empresa de grandes dimensiones puedan coexistir programas de pago de nóminas diferentes en función de cada de- partamento. De hecho, a menudo, el pago de remuneraciones se subcontrata a una empresa informática, para aislar esta operación, altamente delicada y estratégica. Imaginar un retraso en la paga en una empresa es simplemente impensable, tanto en términos de repercusión social como de imagen y riesgos jurídicos. Pero, para el Estado, ¡estos riesgos no parecen suponer ninguna amenaza! No es extraño que el Estado haga anticipos de sueldo a sus funcionarios en caso de dificultades, o que se retrase en el pago de las nóminas. Todo se hace silenciosamente. Recientemente, ha sido necesario que algunas mujeres de militares en Francia se hayan atrevido a romper el “secreto militar”, develando retrasos en el pago de sueldos ante la opinión pública. Para entender la magnitud del desastre, se trata de varios cientos de millones de euros impagos o de sobrepagos por retraso. La explicación técnica para justificar este lamentable problema es que cada ministerio tiene su propio programa de pago de nóminas y sus propios procedimientos. Los funcionarios, por su parte, saben que todo terminará solucionándose con el tiempo, porque cuentan con un estatus legal que les protege. Lo que quisiera demostrar aquí es la dificultad de razonar desde la perspectiva de proyecto, ya que este modelo supone un tiempo definido y una tarea que ha de realizarse en un universo que precisamente no está limitado en el tiempo, un tiempo que remite a la perennidad. Para ello, voy a comenzar con una historia (que, como todas las historias, empieza con el érase una vez la vida de un proyecto). Después intentaré, en una segunda parte, comprender qué ha pasado. Una de las hipótesis de este fracaso es concebirlo como un problema de tiempos, una especie de vals en tres tiempos: el administrativo, el político y el tiempo del proyecto. Primero, quisiera retomar la cronología de los hechos y luego intentar interpretarlos.

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