Desafíos emergentes de la modernización del Estado : reflexiones y casos de América Latina y Europa

DESAFÍOS EMERGENTES DE LA MODERNIZACIÓN DEL ESTADO 19 Estado. Según la tendencia política, las iniciativas para reformar al Estado se han desplegado en forma de revisión general de las políticas públicas (derecha), o de auditoría de modernización (izquierda). Los acrónimos cambian, pero la cuestión sigue siendo modernizar los procesos administrativos sin poner nunca en tela de juicio las misiones y los perímetros del Estado. En este artículo, no me detendré particularmente en la reforma del Estado en Francia, ya que todos los gobiernos, tanto de derecha como de izquierda, han querido reformar el Estado desde la posguerra. Estas iniciativas tuvieron un punto álgido quizás en los años sesenta, cuando un grupo de altos funcionarios reunidos en un club se mostraron firmemente convencidos de que había que reorganizar las relaciones entre el Estado y los ciudadanos, con miras a suprimir los cuerpos intermedios. La sombra de Jean Moulin y de las ideas reformistas forjadas en la Resistencia planeaba aún sobre los clubes de reflexión. Fue en vano. Cada gobierno se la juega con su propia reforma, las etiquetas cambian, unos hablan de un Estado modesto; otros, de un Estado moderno. Más que añadir una piedra suplementaria a la tumba de las ideas moderniza- doras del Estado, voy a retomar el tema de la reforma, pero desde otro ángulo. Asimismo, más que tratar directamente cada una de las reformas, describiéndolas una por una, me centraré en una única dimensión: la del tiempo. El tiempo admi- nistrativo desempeña un papel fundamental en la estructuración de las actividades administrativas, en comparación con el tiempo político. Para un dirigente político, la urgencia de una reforma no es la misma que para un responsable encargado de aplicar la reforma. Como dice el refrán, ‘ les chiens aboient, la caravane passe ’ (ladran, luego cabalgamos). Los que ladran son, para los funcionarios que disponen de todo el tiempo del mundo, los dirigentes políticos, quienes están deseosos de asociar su nombre a la reforma que proponen; o bien, de sacarle el máximo partido frente a sus competidores políticos. Para analizar esta temporalidad, quisiera utilizar los plazos asociados al desa- rrollo de un proyecto como una métrica temporal. Un proyecto, por cierto, es un modo de organización comúnmente utilizado en las empresas. ¿Qué relación hay entre proyecto y temporalidad? Lo interesante detrás del modelo de proyecto está en su tiempo definido: tiene un principio y un final; y, al frente, un jefe. La gestión de proyectos es una práctica habitual en las empresas, con todos los problemas que eso implica para los actores involucrados en el proyecto, que van aprendiendo juntos a medida que éste se desarrolla.

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