Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

64 Rueda, “un elemento indispensable para la orientación de todas las acciones vinculadas con la organización escolar, más aún ahora en que las exigencias derivadas de grandes cambios sociales” (2011: 4). Veremos, por tanto, cómo se ha definido la planificación y con cuál definición nos podríamos identificar. La planificación es eje del trabajo profesional, ya que debe orientar el trabajo pedagógico. Permite tomar conciencia de la intencionalidad que preside al desarrollo de la experiencia pedagógica que ofrecemos a los niños y niñas, prever las condiciones más adecuadas para alcanzar los objetivos propuestos y disponer de ciertos criterios para cautelar el mejor desarrollo de la propuesta (Bassedas, Huguet y Solé 2013). Todo ello considerando adaptaciones al momento de su implementación, tanto para casos especiales, intereses o elecciones que surjan a los niños y niñas, condiciones ambientales u otros elementos que evidentemente la deben de modificar. Ello implica un carácter abierto y flexible de la planificación, donde evidentemente no debe trazar de manera fija y verticalista lo que los niños y niñas pueden hacer, además hay que tener presente el contexto y la realidad al momento de llevar a cabo lo planificado, donde habrá que tomar un conjunto de decisiones, algunas, como se había pensado y, otras, variarán de acuerdo a lo previsto (Manhey 2016). Ensíntesis, laplanificaciónesunelementodel currículoollamado contexto para el aprendizaje, el cual permite plasmar aquello que se ha decidido producto de una reflexión en comunidad, delineando ideas para la consecución de algunos objetivos anticipados, con la apertura de nuevos que podrían emerger, así como las experiencias que se propongan y que se deben de enriquecer con el aporte fundamentalmente de los niños y niñas. Finalmente, no podemos olvidar que la planificación ha sido definida a nivel internacional como un criterio de calidad curricular, entendiéndola como una propiedad inherente del acto educativo, es decir, “que cumplen con la intencionalidad de educar al ser humano” (Peralta 2008: 182). Antes de avanzar, en necesario detenerse en este término de tanta polémica y miradas diversas como es la calidad. Si bien no hay consenso en cuanto a su definición, lo mismo con respecto al concepto de ser humano y sociedad al cual nosotros debemos de promover el fin de la educación, como señaló Viola Soto Guzmán

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