Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

228 3.7. La toma de decisiones Como se puede ver en el ejemplo anterior, no basta con registrar, hay que analizar y plasmar las decisiones que se tomarán como equipo en beneficio de los niños y niñas. Estas decisiones emergen de aquello que hemos observado, de lo que nos enseñaron los niños y niñas y que muchas veces nos sorprenden. Así, podemos ver (según Hoyuelos y Riera 2015) cómo se produce una asimetría entre lo que desean los niños y niñas y los adultos. Algunas de las decisiones pueden ser en relación con: -En cuanto a los objetivos. Especificarlos, complejizarlos o crear otros. También puede ser especificar algunos particulares para un niño o niña o un grupo de ellos(as). -Buscar nuevos recursos o materiales educativos. Esto puede ser a raíz de la elección de los niños y niñas, lo que les interesa, lo que propusieron o llamó la atención. -Estrategias didácticas. Crear nuevas estrategias, más lúdicas, en otros contextos, con las familias. Este proceso no se debe hacer aislado. Es importante buscar momentos de encuentro con otros, para que se dialogue y se analicen las situaciones desde diferentes puntos de vista . Como dice Santos Guerra: “La evaluación de los alumnos ha de ser compartida con otros docentes. De este modo se convertirá en un aprendizaje profesional. Muchos aprendizajes se realizan a través del diálogo entre los profesores. Aprendizajes que revierten sobre la comprensión de la actividad de los alumnos y sobre la mejora del proyecto de Escuela” (2018: 126). Del mismo modo, es necesario que el o los educadores se reúnan con los(as) adultos familiares antes de tomar decisiones, dialogando frente a los avances y desafíos de los niños y niñas. Así, co-construyen acuerdos extendiendo el hogar al centro educativo y viceversa.

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