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Diciembre 2015 - Enero 2016 / Nº 13 / El Paracaídas
Además es transparencia que la ciudadanía empieza a
demandar.
-Exacto. Y aquí tienes tú otro actor, que es una ciudadanía
más empoderada y con posibilidades de llegar a través de me-
dios que están a su alcance para expresarse. Esta cosa de que
ya no se comulga con ruedas de carreta. Es importante que
ese mayor empoderamiento ciudadano se dé de la mano con
una mejor calidad del periodismo. Porque no se trata de que
uno se ponga a gritar a través de las redes sociales sin funda-
mentos. Lo que importa es que sea con argumentos para que
de verdad te dé la posibilidad de generar diagnósticos más
certeros, ayudar a que haya un poder legislativo más digno
y que la gente recupere las confianzas, porque de verdad la
situación después de todo esto y muchas cosas que venían
de antes, es que sabemos, lo están diciendo las encuestas, de
lo poco que creen las personas de diferentes edades en los
sectores políticos. Y eso es delicado para un país.
REFORMA CONSTITUCIONAL
La clase política después de todo esto queda en un pé-
simo pie.
-Evidente. Y no ayuda cuando tratan de enfrascarse y de
alegar en términos poco felices contra quienes están, por
ejemplo, desde la academia o desde instancias absoluta-
mente válidas. Como cuando hay una comisión como la
que dirige el profesor Eduardo Engel e Ignacio Walker, el
ex presidente de la DC, que sale diciendo que no tenía nada
que meterse, porque no podían pontificar ni filosofar. Las
universidades, o comisiones de expertos, de especialistas, o
grupos de trabajo que se puedan establecer dentro de ésta
o de otras universidades, sobre todo las públicas, yo creo
que no sólo tienen el derecho a expresar sus inquietudes y
preocupaciones, tienen el deber de hacerlo.
Con una clase política tan deteriorada, ¿crees que es viable
hacer reformas del tipo constitucional?
- Yo creo que es necesaria una reforma constitucional de fondo.
Esta Constitución ilegítima, que aparte de haber sido forjada
en dictadura por personas como Jaime Guzmán, que tenía una
visión muy desde un lado de la mesa, por no decir muy sesgada,
estaba hecha para que todo perdurara. La Constitucíon, con su
enfoque economicista y privatista, conforma que la democracia
fuera lo menos representativa posible. Para eso, quorum eleva-
do, sistema binominal, que ya menos mal se acaba; también una
serie de otras fórmulas, como el Código de Minería, la Ley Or-
gánica Minera, la Ley Orgánica de Educación, todo enfocado a
que los privados son los que hacen un país y a quitarle un rol al
Estado. Eso está expresado en la propia Constitución con una
concepción de Estado subsidiario y está en todo el entramado
legal que se instaló en los ’80. Para mi gusto es necesario un
cambio, porque si no vas a estar siempre topándote. A pito de
cualquier cosa, acusación al Tribunal Constitucional, como un
suprapoder que decide. Eso no puede seguir así. Es demasiado
lo que hacen la Constitución y sus leyes complementarias en
cuanto a haber achicado al Estado de Chile. Y no se trata en
esto de ser estatista y pretender que el Estado todo lo solucione,
pero si se ha menoscabado el rol del Estado es porque no ha
habido fiscalización adecuada en la mayoría de los sectores de
la producción, de los servicios, en los ámbitos de toda la vida.
Por eso mismo es que tú te topas con que han hecho lo que han
querido muchos grupos económicos con los recursos naturales,
con riquezas básicas. Sin ir más lejos, la propia SQM: con lo
único que se quedó el Estado fue con el litio. Pero el litio se lo
arrendaron a SQM Salar en unos contratos que para la Corfo
y para el Estado de Chile son draconianos y por muchos años,
siempre favoreciendo a lo privado y perjudicando al Estado.Y al
perjudicar al Estado tú estás perjudicando a toda la comunidad.
Incluso para darle a un recurso como el litio el status que real-
mente le corresponde tendría que hacerse una reforma constitu-
cional. Y eso lo vas viendo en los diferentes temas. Eso requiere
una preparación, que las personas sepan qué es lo que está en
juego, porque es mucho.
Me acordé de Ponce Lerou, por el tema de los recursos fores-
tales. También hay un subsidio grande del Estado ahí.
-Un subsidio grandote que lo instaló en los años ‘70. Y eso ha
favorecido mucho la concentración, como en todas las cosas.
Porque actuaron como quisieron con el Estado a favor de un
sector privado que poco a poco fue tomando más fuerza y con
grupos que fueron concentrando la riqueza. Y hoy por hoy uno
de los grandes problemas que tiene este país es justamente una
concentración exacerbada con un Estado con las uñas limadas,
en algunos temas con las manos amarradas, y generado todo
“Las universidades, o comisiones de expertos, de especialistas, o grupos de trabajo que se puedan
establecer dentro de ésta o de otras universidades, sobre todo las públicas, yo creo que no sólo tienen el
derecho a expresar sus inquietudes y preocupaciones, tienen el deber de hacerlo”