Palabra Pública N°17 2020 - Universidad de Chile

como La máscara de la muerte roja de Edgar Allan Poe, Pandemia de Wayne Simmons, La amenaza de Andrómeda de Michael Cri- chton o Tiempos de arroz de Kim Stanley Robinson. Una de las más recientes novelas es The end of october , de Lawrence Wright, que se lanzó en abril en EE.UU . dando de qué hablar por sus estrechas correlaciones con el Coronavirus. En The end of october , un epidemiólogo de la OMS via- ja a Indonesia para investigar la muerte de siete personas por una desconocida fiebre hemorrágica, pero llega tarde, ya que uno de los infectados se dirige a la fiesta anual del Hajj en Arabia Saudita, poniendo en riesgo a miles de fieles que van a La Meca. El mismo autor se refirió al tema en una columna publicada el 12 de marzo en el New York Times: “Mi libro no es profecía, pero su aparición en medio de la peor pandemia de la memoria viva tampoco es casual. Comenzó con una simple pregunta del cineasta Ridley Scott, que había leído la novela postapocalíptica de 2006 de Cormac McCarthy, La carretera , y me preguntó: ¿qué pasó? ¿Cómo podría la civilización humana llegar a estar tan rota? ¿Cómo podríamos dejar de preservar las institu- ciones y el orden social que nos definen cuando nos enfrentamos a algo inesperado, una catástro- fe que, en retrospectiva, parece casi inevitable?”, escribió Wright sobre el origen de su libro. Al parecer, la fórmu- la de la ciencia ficción es justamente anclarse en el presente para poner ojo crítico en cuáles serán las consecuencias de los actos del ser humano. “La ciencia ficción siempre es una flecha apuntando hacia lo des- conocido, con la certeza de que lo imposible simplemente es lo posible esperando por suceder”, dice la escritora Francisca Solar (1983), autora de Prohibido entrar y amante del género. Lo mismo opina el escritor Jorge Baradit (1969), que partió en la ciencia ficción con libros como Ygdrasil y Synco , pero que en los últimos años se volcó a investigar hechos históricos poco conocidos, convirtiéndose en superventas con Historia secreta de Chile . “La ciencia ficción da cuenta, a la manera de metáfo- ra, con más precisión de lo que ocurre a nuestro alrededor que otros géneros. A veces me parece que es un símil al mundo de los sueños, que a través de imágenes y metáforas, refleja narra- tivamente el estado de nuestra psique”, lanza Baradit. Para Francisco Ortega la ciencia ficción merece tener una mayor valoración dentro del público lector sobre todo por lo certera, a veces, que son sus premisas. “Se ha adelantado a todo, desde lo tecnológico hasta lo social. A fines de los 70, lo que hizo el cyberpunk fue proponer un futuro donde prácticamente no iba a haber fronteras, no iba a haber países, sino que todo iba a estar gobernado por mega corporaciones con una visión mercantil y neoliberal descontrolada, y eso es justo lo que estamos pagando hoy en Occidente. Si hubiése- mos puesto mucho ojo en la literatura de Wi- lliam Gibson o de Philip K. Dick, hubiéramos estado preparados para lo que está pasando ahora en la economía”. Es cierto, en el último tiempo la ciencia fic- ción está proveyendo cada vez menos utopías y muchas más distopías, quizás porque es difí- cil augurar un futuro esperanzador para la raza humana teniendo en cuenta escenarios extremos como el cambio climático o la actual pandemia. “Mucho han intenta- do hacer las editoriales y cada cierto tiempo anuncian al autor ‘que dará fin a la ola distópi- ca de la ciencia ficción’, pero la ola sigue avan- zando y con muy buena salud, porque es la ex- presión de un conflicto no resuelto de nuestro paradigma productivo social tecnológico in- dustrial”, dice Jorge Baradit, y apunta: “Hace unas semanas el representante del gobierno salió con mascarilla a decir por TV que había una guerra mundial por los respiradores y las mascarillas, lo que había desatado una ola de piratería inter- nacional por insumos médicos. Entonces, una misión secreta de la Fuerza Aérea despegaría para rescatar las máquinas que le permitirán vivir a los enfermos crónicos que mueren en nuestro país. Si eso ya no es ciencia ficción o thriller tecnológi- co, no sé para qué ahondar en el asunto”. Rafael Gumucio, quien no es precisamente un escritor de ciencia ficción ni tampoco un asiduo seguidor del género, advierte que hoy está siendo complejo emprender cualquier escritura en medio de esta crisis mundial. “Para mí, la ciencia ficción se acabó, cualquier cosa que uno imagine después de esta pandemia va a ser poco. Lo que pasa es que yo creo que la ciencia ficción ha quedado muy averiada en términos de imaginar un futuro, todo en adelante será distópico y quienes escribimos del presente también lo tenemos difícil”, confiesa el autor de Nicanor Parra, rey y mendigo . “Yo, que En la película Contagio de 2011, Gwyneth Paltrow es la paciente cero de una enfermedad muy similar a la del Covid-19. 36

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