Palabra Pública N°14 2019 - Universidad de Chile

Casi asumo que se trata de un libro importante, pero hay que precisar: importante es la colección en la que se inscribe, la noción de patrimonio que ha for- mulado la política editorial de Ediciones Universidad Diego Portales. Con importante quiero decir que merece atención , sobre todo en su voluntad de dar testimonio. Según su etimología, publicar viene de hacer público , y a eso se adscribe Enrique Lihn en la cornisa , de Claudia Donoso, un libro armado en torno a una entrevista in- édita que no trae consigo ninguna novedad, pero cuyo valor está en que —más allá de las fotos que incluye, más allá del poema inédito— ratifica y subraya la im- portancia y el valor del pensamiento de Lihn al tiempo que ofrece una versión no menos compleja pero sí más amable del extraordinario Conversaciones con Enrique Lihn (1980), atribuido a Pe- dro Lastra, pero que, como este, tal y como se apura en decir Claudia Donoso en la nota introductoria, es un li- bro escrito a cuatro manos. Acerca de la autoconcien- cia de Lihn se ha hablado largo y tendido: el carácter reflexivo de su poesía habla de ello, sus ideas acerca de lo literario y su incapacidad para adscribir las distincio- nes genéricas convenciona- les abundan sobre ello, pero cada nuevo testimonio sobre su persona, y este lo es, invita a pensar en que es probable que Alejandro Zambra tenga razón y Lihn sea, él solo, una literatura entera. Carmen Berenguer le dijo a Federico Galende en el libro Filtraciones que Lihn era la calle y eso explicaría su voluntad de exponer constantemente su inteligencia. Exhibirla, sí, pero también ponerla en “situación de su- frir daño o perjuicio”: el detalle con el que consigna la percepción de sí y de su trabajo lo deja a la intemperie, aunque sabe —y hasta dice— que la intemperie no es propicia para el despliegue de una inteligencia como la suya. Esta aparente contradicción invita a interrogar lo dado y a no sucumbir ante los condicionantes que supone la historia; Lihn, que casi siempre está al límite de la confesión descarnada, advierte, como quien no quiere la cosa, la existencia de una ética del trabajo in- telectual sobre la que es preciso insistir. Por ejemplo: «Escribo con frecuencia contra el lenguaje, literario o no, debido a los excesos o abusos a que da lugar, y lo “Acerca de la autoconciencia de Lihn se ha hablado largo y tendido, pero cada nuevo testimonio sobre su persona invita a pensar en que es probable que Alejandro Zambra tenga razón y Lihn sea, él solo, una literatura entera”. Nicanor Parra, rey y mendigo Rafael Gumucio Ediciones UDP, 2018 492 páginas $17.000 Enrique Lihn en la cornisa. Una entrevista pendiente, un poema intempestivo, una secuencia fotográfica Claudia Donoso Ediciones UDP, 2019 120 páginas $11.000 hago en el interior de la literatura, consciente de que la escritura es mi círculo vicioso: la palabra como modo de crear realidades sustitutas que solo existen en el len- guaje». Este libro permite entrar en el Lihn que todo lo interroga, empezando por él mismo, y por ello permite leerse como una extensa nota al pie de una frase que dejó escrita en el último libro que pudo mandar a im- prenta, y que Lumen rescató hace poco con un anexo: «Yo me aferro a la literatura que, como es la precariedad misma, no debe engañar». No se me ocurre una mejor consigna para invitar a leer a Lihn. La segunda mejor sería este libro, delicado y celebratorio de su figura, que se ofrece con casi cuarenta años de retraso como lo que supuso su origen, su punto de partida: una entrada a su vida y a su obra (o viceversa). 23

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