Palabra Pública - N°7 2017 - Universidad de Chile

Mi carrera académica comenzó cuando fui con- tratado como ayudante alumno de Biología Gene- ral en la Universidad de Chile. Sin lugar a dudas fueron los conocimientos y en general la excelente preparación de los académicos los que temprana- mente despertaron mi interés por la investigación genético-antropológica y biomédica, actividad a la que me he dedicado durante la mayor parte de mi vida. Mis primeras experiencias investigativas incluyeron la separación bajo un microscopio de moscas machos y hembras y la visualización, des- pués de realizar complicados procedimientos, de cromosomas de ratón en los laboratorios del De- partamento de Genética de la Facultad de Medici- na, que junto a otros departamentos básicos de la Facultad, constituían el Instituto de Biología Juan Noé, un importante centro de investigación de alto nivel en Latinoamérica. Pero a pesar del tiem- po que mis profesores invirtieron, me incliné más bien por la investigación de poblaciones humanas. Cabe señalar que la Facultad de Medicina propor- cionaba a sus investigadores fondos concursables para realizar investigación científica, ayuda que me permitió aceptar la invitación de un grupo de colegas epidemiólogos y genetistas que investiga- ban la alta prevalencia de bocio en comunidades originarias del Alto Biobío. Durante el trabajo de terreno, que se efectuó en la reducción de Pedre- goso, tuve la oportunidad de conocer muy de cer- ca las comunidades pehuenches, experiencia que definitivamente fue determinante para orientar mi carrera científica a la construcción de conoci- miento en colaboración con los pueblos origina- rios latinoamericanos. Continuando con mi formación, los contactos que la Universidad de Chile mantenía con el Na- tional Institute of Health de los EE.UU . (NIH) me permitieron postular a una beca para especia- lizarme en genética de poblaciones humanas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Mi- chigan, haciendo uso de una comisión de servicio de tres años. A mi vuelta a Chile iniciamos junto con colegas chilenos y un grupo de investigadores norteamericanos, bolivianos y ecuatorianos una extensa investigación sobre el efecto que tiene en la salud humana la hipoxia a que están expuestos los habitantes aymarás de la precordillera y alti- plano del interior de Arica. Resulta importante destacar que esta investigación inicial posterior- mente originó diferentes proyectos biomédicos y bioantropológicos, que a su vez generaron redes internacionales de investigación que actualmente se encuentran en desarrollo en el Instituto de Alta Investigación de la Universidad de Tarapacá. Sin duda, el trabajo en alianza con otros científi- cos y mano a mano con las comunidades indígenas ha sido una parte fundamental de mi experiencia “El trabajo en alianza con otros científicos y mano a mano con las comunidades indígenas ha sido una parte fundamental de mi experiencia científica y la posibilidad de desarrollar proyectos de largo alcance con ellas, una función social que sólo ha sido posible gracias a los principios que orientan la investigación de los planteles estatales”. P.60 P.P. / Nº7 2017 / Dossier

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