El testimonio : 1972-1982 : (transformaciones en el sistema literario)

2 del mismo como objeto literario específico.(2) Recién cobra conciencia en el ámbito crítico, y muchos de aquellos agentes que han practicado este tipo de escrituras carecen de una imagen conceptual sobre su propia práctica. Esto no ha sido impedimen­ to para que el testimonio haya alcanzado altos niveles de escri­ tura durante estos años, y que en este momento contemos con un conjunto de obras ya ejemplares que nos permite elaborar un mo­ delo (3); en el entendido que el establecimiento de paradigmas no constituye ni puede constituir de ninguna manera un intento normativo o restrictivo en ningún sentido del proceso de produc­ ción escritural, y que no se postulan sino como un instrumento de apoyo teórico, y de naturaleza descriptiva. Siendo nuestro interés describir y valorar el proceso de produc­ ción del testimonio en la literatura chilena de los últimos diez años, y ver el modo cómo se inserta dentro del sistema literario nacional, deberemos sin embargo realizar previamente algunas explicitaciones de tipo teórico, que exhiban los conceptos de análisis que utilizamos, los cuales en su simplicidad son sin em­ bargo nuevos por tratarse de un cuerpo de textos no codificado. Debemos señalar además que al testimonio lo consideramos estric­ tamente como una realidad compleja de proyección más amplia que un mero fenómeno literario. Su presencia cobra pertinencia tan­ to en las ciencias sociales como en el arte en general. Es un hecho del campo de las comunicaciones, en su sentido lato, y co­ mo tal debe ser entendido. Con él asistimos al surgimiento de un nuevo agente democratizado en el escenario de la comunicación social, y en el proceso de producción de sentido histórico. Su vigencia actual está asociada a diversos condicionantes objeti­ vos generales, tales como el desarrollo del capitalismo, el desa rrollo técnico-del periodismo, la capacidad de sectores y clases sociales marginados de la escritura de la historia de alcanzar una conciencia para sí, el avance y crisis práctica de credibi­ lidad de las ciencias sociales, la urgencia de encontrar un ins­ trumento capaz de registrar y analizar la realidad en su comple­ jidad. Nosotros hemos optado por delimitar nuestro estudio en el espacio de la literatura y desde allí realizar la lectura. Desde esta disciplina artística realizamos la comprensión general del surgimiento de esta forma de comunicación, de escritura de la his toria y de representación imaginaria. Hemos excluido, por lo tan to, todos aquellos testimonios que no constituyen exactamente un fenómeno literario, y que se inscriben desde esta perspectiva de

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