Políticas nacionales de comunicación y cultura

2 - I PREMISAS PARA UN PROCESO DEMOCRATICO DE FOMENTO CULTURAL 1. La cultura no es sólo "Bellas Artes"», una expresión estética para y por las clases élites» sino la expre­ sión de valores de todos los sectores de una nación. Esta premisa parece obvia y, hoy en día, generalmente acep­ tada. Por ejemplo, la Conferencia Mundial Sobre Políticas Culturales realizada en México en 1982 subraya este punto. (1). Sin embargo, el concepto de cultura como bellas artes ha sido la base tradicional de muchas políticas culturales y en muchos casos sigue siendo la norma operante en muchos paises. El hecho de que personas de las clases élites con­ trolen la política oficial de fomento cultural asegura que estas políticas reflejen sus gustos e intereses. El finan- ciamiento oficial y semi-oficial, directo o indirecto (por ejemplo, en construcción de los grandes teatros nacionales), todavía está dirigido a las bellas artes. Wallis y Malm, en su estudio de políticas nacionales de música popular, describen la lucha en Suecia y en otros paises para conse­ guir financiamiento para festivales de música popular y es­ pacios en las emisoras para la música popular. (2). La cultura puede definirse como toda la gama de conocimien tos y valoresque todos los miembros déla-comunidad mantie­ nen (3). Sin embargo, el aspecto central es el conjunto de significaciones de nuestro mundo y de nuestras acciones en este mundo. La cultura es la acción simbólica de la perso­ na que expresa la capacidad humana de intencionalidad y va­ lorización. Lo central en la acción cultural es el intento de construir un mundo según los criterios de selección en­ tre el bien y el rnal.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=