Coloquio democracia y participación universitaria

Coloquio Democracia y Participación Universitaria [ 54 ] “Qué hay detrás de la demanda por democratizar las universidades”¶ Francisco Figueroa, Vicepresidente FECH 2011 Quiero comenzar advirtiendo que no estoy acá en calidad de experto de los temas que nos convocan, ni mucho menos. Vine a compartir una reflexión que hemos ido elaborando colectivamente al interior del movimiento estu- diantil y que hoy día asume más bien la forma de invitación a intentar desci- frar cuál es la significancia de las luchas por más democracia y participación al interior de las comunidades universitarias y de la educación superior en general. Qué es lo que está en juego en ellas, en el contexto del Chile actual y cuál debiera ser la dirección que como comunidad debiéramos darle a estas luchas. Lo primero es un adelanto, que yo creo que está en disputa: la formación ideo- lógica de sectores sociales que están comenzando a ingresar a la educación superior y que adquieren, cada vez, mayor relevancia en la estructura social y la esfera política del Chile actual. Uno de los principales impedimentos que en el Chile actual existen para en- tender esto, es que hoy discutimos sobre participación y democracia en vacío, como si fueran fines en sí mismos, lo que me resulta súper fome, aburrido. O sea, podríamos ocupar nuestro tiempo en otras cosas. Porque si participamos es para transformar, para tener tiempo para cosas más entretenidas, para el ocio, el goce, para nuestro cultivo, etcétera. Hoy participamos y somos parte de conflictos para transformar nuestra reali- dad, no como fines en sí mismos. Y uno de los principales impedimentos que existen para llegar a un acuerdo sobre esta disputa, es que existe una visión dominante que nos dice que la implicancia central de la educación superior en Chile es básicamente económica, en torno al aumento de los salarios y de la productividad general de la sociedad. Esta visión es a partir del paradigma del capital humano tan hegemónico. Esa visión nos impide ver que unas de las principales implicancias de la edu- cación superior es la maduración sociocultural de los grupos sociales que em- piezan a formarse al interior de la educación superior. En definitiva, cuál es el rol político que pueden empezar a jugar al interior de la sociedad en general. Esta cuestión no es menor, en el contexto del aumento creciente de la cober- tura de la educación superior. En Chile este año llegamos a ser más de un millón los estudiantes, pero no hay un millón de ricos. Son muchos menos, tienen poder, pero son menos. No estamos hablando de cómo se diversifica la ideología de las élites en Chile, para que estos tipos tengan una misma mesa con conversaciones muy diversas con el primo “progre” o con el primo cura. Eso ya no es lo que sucede en este país, aunque cuando hablamos de disputas al interior de las universidades, lo fue en su minuto. Hoy en día, en el contexto de una educación superior masificada en la que empiezan a ingresar sectores que por primera vez acceden a la educación su- perior, con datos repetidos como que 7 de cada 10 jóvenes que están en la edu- cación superior son primera generación de su familia en estarlo, la educación superior está funcionando también como la cantera del nuevo Chile. Allí es

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