La artesanía en Chile

44 Este mercado se ha visto presionado no sólo por la producción normal de artesanía, sino que se' ha visto también presionado por objetos artesanales provenientes de distintos orígenes y por ex­ presiones nuevas. Hoy no es posible distinguir lugares "típicos de venta artesa - nal", situados en todas las áreas del gran Santiago, las artesa nías constituyen un elemento natural de cualquier paisaje urba­ no . Este desplazamiento físico del equipamiento artesanal se produ­ ce por la descentralización dé polos ó centros de animación co­ mercial,, de servicios y de vida social. Es posible ver en do­ mingo ventas de artesanías tanto en las zonas altas (Los Domini cos - Centro Arauco) como en las zonas populares (La Granja, Pu dahuel, Renca) o en las ferias y mercados urbanos. Las artesanías pasan a significar un elemento más de la ciudad y se vinculan con las experiencias populares, .registran las creencias, las leyendas, los tipos, las maneras de narrar los acontecimientos. Las artesanías tienen su punto de arranque en las culturas loca les, absorbiendo de la vida popular temáticas, signos, símbolos y expresividades, las que se manifiestan en esmaltes, bronces, cobres, cerámicas, ónix, cueros, vitrales, arpilleras, etc. Por otra parte los ahogos económicos, la ciudad tensionada de smog y proyectos de vida mutilados, ha hecho crecer a un habi­ tante solidario que busca lo peculiar y lo original y que en­ cuentra en la artesanía un campo universalmente fértil. Las artesanías nacen generalmente a nivel urbano de grupos mar­ ginados cuyas prácticas sociales y culturales .conllevan una gran heterogeneidad pues incorporan sectores usualmente al margen de la vida económica activa del país: jóvenes y mujeres y una fuer za laboral excluida y que posee calificaciones anteriores y que- va construyendo espacios asociativos de creación artesanal en un entorno atomizado y fragmentado, donde recuperan el espacio te - rritorial como ámbito .integral del vida cotidiana.

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