Texto y censura: las novelas de Enrique Linh

Al capitalista. Estas versiones marginales constituyen el fiel retrato de una cultura hegemónica, minada por el estereotipo; es decir, por una palabra autorizada para imponer el silen­ cio, para repetir el lugar común. En breve, OC genera el ges to afásico de la cultura hegemónica (parisina y, por exten - sión, europea). Esta imagen de la orquesta es incompleta. Lo cierto es que nuestro texto no es un comentario sobre la cultura francesa sino sobre la hispanoamericana (construida sobre aquélla). La monografía sería entonces el registro de la sociedad eu­ ropea, tal corno la entienden y la viven, desde París, nues­ tros intelectuales del novecientos. Allí figurarán las eró nicas parisinas de Roberto Albornoz (escritas para El Mercu- rio de Valparaíso), la correspondencia privada y el diario de viaje de don Gerardo de Pompier (profesional de las le - tras modernistas), así como se hará mención de las ilustra­ ciones del argentino Irrurtia de Los Ramos Le Bidanier (a- lias "Pochocho"), hechas para animar la historia escrita de la orquesta parisina. En síntesis, el texto hispanoamericano vive su realidad en forma desplazada (pues la vive a través del modelo europeo). 3i el mundo es un círculo, Francia es el centro, que ilumina la periferia nispanoamericana. Ese centro bien puede ser o- cupado por un objeto como nuestra disparatada orquesta de cris tal, metáfora de la alienación (de las culturas1mayores'). Los testimonios acerca de la orquesta forman una periferia que refleja ese centro, lo cual implica que la cultura his­ panoamericana está contaminada con los estereotipos del Vie­ jo ííundo. Al retrotraer OG al escenario físico y mental en el cual fue escrito (rumiado), entendemos que esta obra ilustra ejemplar mente la atmósfera que se vive en Chile en los años 74-75 (fecha de producción de nuestra obra, según testimonio de E. Lihn en el epílogo a su El Arte de la PalabraJ La sociedad está corroída desde su centro por un sigño dic-■?/, tatorial (vacío, torpe, demencial), que proyecta s¿is prohibí ciones hacia el resto del cuerpo social. El sujeto quisie­ ra anular ese signo, levantar las censuras que é s f t ^ imponer,,r„ t está luchando entonces contra la palabra vacía, cjontra él^'á-P1-

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