Texto y censura: las novelas de Enrique Linh

34 gano es, naturalmente, el mercado libre y competiti­ vo (p . 244). Nadie se enriquece a expensas de los demás (éste es el mito de los incapaces y el cebo de los agentes viajeros del marxismo). Desde nuestro inobjetable punto de vista, los auténticos benefactores de la so ciedad humana (esto-- es: comercial) son aquéllos que se enriquecen en beneficio de los miembros menos e- ficientes de la misma, ofreciéndoles más y mejores posibilidades de trabajar, nuevas fuentes de traba­ jo y nuevos mercados de trabajo, y todo por un pre­ cio infinitamente módico si se lo compara con el que pagan por hacerse explotar los trabajadores de los países comunistas por sus amos y señores; porque los hijos de Stalin pagan su posibilidad de sobrevivir al caro precio de la libertad(p. 245). A la manera del gran Vecino que sabe muy bien conci liar el gobierno de la mayoría con la justa persecu ción de las minorías, nuestro país ha debido enfren tar el peligro comunista...(pp.250-1). Ambas doctrinas aseguran, finalmente, el rasgo anti-democrá- tico del régimen: La demagogia y el libertinaje de pensamiento j,! léase, el intercambio de opiniones en una democracia re- presentativaj , aunque fuesen aún enfermedades menta les, muchísimo más extendidas de lo que son, serían igualmente penados en nuestra República que ha re­ chazado, por razones de principio '¿Léase, Seguridad nacional y Meroadoj , el predominio cuantitativo de los más por encima del bien común (p.251). La alusión constante a la situación chilena se torna trans párente cuando el Protector habla acerca de la educación. El diseño actual, autoritario, de la educación chilena es clasista, pues priva del derecho a la educación a los secto

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