Texto y censura: las novelas de Enrique Linh

10 trinas de la Seguridad Nacional y el Mercado a es­ conderse en las intimidades geológicas de Miranda a guardar silencio.; a autocensurarse, a refugiarse en el nido familiar (único lugar seguro del habla), a susurrar allí, sin mucha esperanza de ser oído en el escenario social chileno]), ese terrón paleozoico. En breve, el relato de Lihn será capaz de generar un discurso latente, que enseñe un paisaje nacional censurado. P o l í t i c a La presentación del prologuista tiene su eco en el comentario final que hace Lihn de su novela. Aquí, el autor comenta los contextos socio-históricos y culturales de sus personajes: Pompier surge cuando la comunicación de los mortales se torna afásica. Apareció fugazmente en 1969, para sintomatizar el desgaste de ciertas retóricas en boga (como por ejemplo, la del diario chileno de derecha El Mercurio); pero tomó cuerpo y voz en los años que siguieron ai golpe militar chileno de 1973. Al respecto, Lihn señala: Suspendida la libertad de palabra, el hablante in­ dividual, que siempre es a la par colectivo, debe elegir entre el silencio o la chachara. Pues si el lenguaje no dialoga, esto es si no discrepa, se con vierte en un mero sistema de señales como el de las abejas. La disfuncionalidad de un lenguaje muerto atrae a las moscas de la retórica. Hablar no cues­ ta nada si se lo hace a favor de la corriente, al dictado de la corriente. Hablar no cuesta nada si no se dice nada al repetir lo que otros dicen por decir. De esta aberración oral da cuenta en cuan­ to máscara, Pompier, el orador público...(p .347) . Nuestros comentarios establecerán relaciones entre AP y la so ciedad chilena. En un régimen militar, donde está abolida,

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