CENECA Tv y comunidad

31 Además del argumento económico a favor de la programación importada, al público canadiense le gusta. Un sondeo en 1983 encontró que el 81% de los canadienses se oponían a cualquier control sobre las señales de la televisión ame­ ricana que entran al Canadá. En 1983-1984, las políticas del gobierno federal hicieron un intento de cambiar las viejas contradicciones que han formado la televisión y radio en Canadá; entre otros el énfasis en el control de la infraestructura más que en la programación y contenido de las comunicaciones, y una ten dencia a apoyar un concepto de Canadá como unidad que ig­ nora las diferencias regionales, provinciales, y la expe­ riencia cultural e histórica de los canadienses de habla francesa, más del 20% de la población. Aunque las preocu paciones con la soberanía cultural se mantienen, hay un movimiento hacia un sistema de producción más orientado por el mercado, con un aumento de la presencia de produc­ tores independientes, y una mayor preocupación del sector público (CBC/Radio Canadá) por la distribución de los pro ductos culturales canadienses. Bajo las nuevas políticas, el sector público aporta fon­ dos a la producción independiente canadiense y a los dis tribuidores nacionales de producciones canadienses, en un esfuerzo por aumentar la producción nacional y generar empleos dentro del sector audiovisual. Esta producción se orienta hacia aquellos programas que pueden competir en el mercado internacional, y, no necesariamente progra mas que representan o son expresiones de la cultura del país. Siempre ha existido una televisión nacional canadiense,a pesar de su inviabilidad económica sin fondos públicos. El estado, a través de su política de autorizaciones,creó un lucrativo y no-competitivo régimen comercial, además de la radio y televisión pública (CBC/Radio Canadá), que no responde correctamente a las demandas de la audiencia. El enfoque principal de la política cultural canadiense ha sido la protección de la cultura nacional de la compe tencia extranjera.