Potenciando mi aprendizaje en el primer año de universidad

Estrategias de estudio 102 Durante la evaluación, la ansiedad puede afectar directamente en la capacidad de comprender aquello que están preguntando, en la toma de decisiones sobre lo que debes resolver o en la organización de las ideas que se deben desarrollar. Cuando la ansiedad afecta el estudio, y comienza a ser recurrente tanto en la preparación como en la ejecución de las evaluaciones, afecta directamente en el rendimiento. Si esto es permanente y a largo plazo, puede desencadenar en una baja en tu autoestima, en el sentirte frustrado, reprobar los ramos, perder los beneficios económicos que te has adjudicado, y en el peor de los casos, enfermarte. En el caso de Enrique, el psicólogo trabajó con él dos elementos fundamentales. Primero, enfrentar la situación problemática que genera ansiedad de manera de poder cambiarla. Y en segundo lugar, en aquellos casos que no puede cambiarla, manejar la emoción que esta produce. Para cambiar la situación problemática, que en este caso la entenderemos como la falta de preparación ante la evaluación, puedes realizar lo siguiente: 1 Planificar el estudio semanalmente: revisar en la Parte III de este libro, el capítulo 7: Manejo del Tiempo (pág. 111) . 2 Disminuir los distractores: celular, juegos de vídeo, computador, personas que pueden interrumpir, ambientes distractores, desorden, etc. 3 Disminuir el tiempo dedicado a los detalles que detienen tu estudio: realizar esquemas o resúmenes “perfectos”. 4 Apertura al cambio: si existen estrategias que no resultan se deberían abandonar, como estudiar encima de la prueba. 5 “Decir que no”: es importante priorizar las actividades que realizas, evitando acciones que interrumpan o desvían las prioridades establecidas. Esto puede ayudar a aumentar los tiempos de estudio y/o descanso. 6 Descansar: si tienes mucho sueño o estás fatigado/a es fundamental el descanso. Estudiar la noche anterior a la prueba aumentará la ansiedad, llegarás a la prueba cansado/a, con poca concentración, y un aprendizaje superficial, parcial o con poca retención de la materia. 7 Alimentarse bien: revisa en la Parte III del libro, el capítulo 8.2.: Alimentación saludable y deporte (pág. 121) . 8 Tener claridad sobre tus fortalezas y debilidades: saber en qué te va bien y qué estrategias te resultan es importante. Pero también, debes reconocer cuando algo te cuesta o no lo comprendes, para otorgar mayor dedicación y/o buscar ayuda para resolverlo.

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