Mapuche Nütram

77 salen grandes toros, grandes vacas. Así en los alrededores al andar en la montaña, ese es el ngen dueño del monte, de esa forma tienen las ovejas crías, pero que no nacen bien, nacen con deformidades corporales, por ejemplo; tres patas, una oreja, dos colas, etc., dice. Una apenas no tiene un pie, por lo que mueren”, dijo”. La historia que relata Héctor en su piam era la que le contaba su padre, mientras salían a pastorear ovejas. Él la usa con sus niños en la escuela para exponer elementos del cuidado, el respeto y la atención respecto a reglas de cada lugar y situación que deben ser consideradas. “Lo mismo si uno en la ciudad cruzara con semáforo rojo ¿qué es? Peligro, le puede pasar algún accidente”, explica Héctor sobre el yafkan (culpabilidad). De esta forma, el educador valora el aprendizaje de sus recientes estudios, pero tiene como un sostén permanente, las enseñanzas que sus padres y familiares le entregaron desde niño. En este momento, en que el dolor de la pérdida de su madre está todavía muy presente, Héctor se sostiene de su gran voluntad y de su pasión por la enseñanza para mantenerse a flote en un establecimiento que pasa por complicados momentos. La seguridad de que su mapuche kimün (saber mapuche) tiene sólidas bases y de que la escuela debe descolonizarse, es el fundamento de su carta de navegación como educador, lo que lo mantiene en una lucha diaria por revitalizar su lengua y su cultura en el corazón de la Araucanía Héctor Elías Lincoqueo

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