Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

100 entre Miranda y Bello, hay una poderosa convergencia de intereses que nos puede explicar la afinidad de los dos caracteres. Hay un pensamiento común: América, y una devoción compartida: la cultura. El símbolo de esta estupenda correlación puede ser la magnífica biblioteca particular de Miranda [...]. Si grande ha de haber sido el pasmo de Bello ante el criollo universal, mayor asombro debe haberle producido enfrentarse con la hermosa y rica colección de volúmenes pertenecientes a Miranda. Bello habrá recorrido con avidez explicable el rico tesoro que le prometería tanto nuevo conocimiento" 145 . En forma semejante se expresa el biógrafo español de Bello, el profesor Murillo Rubiera: "Es fácil imaginar la sorpresa y el placer que aquella gran riqueza debió producir en Bello, y el disfrute de su alma estudiosa cuando pudo tenerla para sí desde que quedó alojado en el domicilio de su primer protector en Londres. Era una biblioteca universal, como a él convenía, con un fondo de clásicos griegos y latinos [...], y en la que no faltaban piezas raras y valiosas, como la Biblia Políglota) edición de Amberes de fines del siglo XVI) o el Tratado de Re Militari) de Diego Gracián, edición de Bruselas, 1590" 146 . El historiador chileno Alamiro de Ávila ha destacado igualmente este encuentro de dos hombres unidos por el apasionado amor por los libros. 15a Luis Bocaz enfatiza con razón: ―imposible subrayar la impresión que la imagen del viejo revolucionario pudo causar en un intelectual como Bello. Huella imborrable‖ 147 . ¡Cuántos encuentros o reencuentros en medio de esas hileras de libros! Allí está Virgilio, el poeta admirado, traducido, imitado, el poeta amigo desde los apacibles años de adolescencia y juventud en la Caracas lejana. Como hemos anotado, el vate de Mantua está representado por no menos de 17 ediciones en esas estanterías londinenses. Allí está la primera edición de nuestro Poema del Cid, incluido en la Colección de Poesías Castellanas anteriores al siglo XV de Tomás Antonio Sánchez. No es nada inverosímil que ese ejemplar haya despertado o reanimado el amor de Bello por nuestra poesía heroica medieval y allí se haya iniciado el camino que lo llevará a escribir sus lúcidos y pioneros 145 P. Grases, Obras Completas, vol. II, p. 87. El subrayado es nuestro. 146 F. Murillo Rubiera, Andrés Bello: Historia de una vida y de una obra, pp. 137-138. 15a Alamiro de Avila y Martel, Andrés Bello y los libros, pp.10 y 37-8. 147 L. Bocaz, Andrés Bello Una biografía cultural, Prólogo de Rafael Caldera, Ediciones del Convenio Andrés Bello, Bogotá 2000, p. 90.

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