Bicentenario de Hispanoamérica: Miranda escritor

58 sujeto histórico del discurso emancipador, que justifica la lucha independentista 79 . Reproducimos más adelante los dos textos de 1801 y el de 1806, pero antes queremos aquí presentar los siguientes párrafos como muestra del lenguaje pleno de fuerza y fuego del Precursor. La afirmación del Precursor: ―Tendremos una patria‖, y la sentencia, en castellano y en latín: ―Por ella [por la patria] el vivir es agradable y el morir glorioso‖ Dulce et decorum est pro patria mori , coronan la bella Proclama de 1801, en la que cual la argumentatio y la exhortatio de la retórica clásica resuenan hasta hoy con elevada majestuosidad. ―Tres siglos ha que los españoles se apoderaron por fuerza de este continente. Los horrores que cometieron en su conquista son conocidos de todo el mundo, más la tiranía que han ejercitado después no es conocida ni sentida sino de nosotros. Nuestros derechos como nativos de América o como descendientes de los conquistadores, como indios o como españoles, han sido violados de mil maneras‖ 80 . ―[...] Compatriotas: El mundo está ya muy ilustrado para que suframos tantos ultrajes; somos demasiado grandes para vivir en una tutela tan ignominiosa. Rompamos las cadenas de esta esclavitud vergonzosa, y hagamos ver al mundo que no somos tan degradados como la España piensa. Sigamos las huellas de nuestros hermanos americanos del norte. Estableciendo como ellos un gobierno libre y juicioso, obtendremos los mismos bienes que ellos obtienen y gozan al presente‖ 81 . ―[...] En fin, conciudadanos, ya no seremos extranjeros en nuestro propio país. Tendremos una patria que aprecie y recompense nuestros servicios. ¡Una Patria! ¡Ah!, esta voz no será más una palabra sin significado en nuestra lengua. Ella animará nuestros corazones de aquel 79 Carmen Bohórquez: Francisco de Miranda Precursor de las independencias de la América Latina , Universidad Católica Andrés Bello Universidad del Zulia, Caracas 2001, p. 329. 80 Francisco de Miranda: América espera ,Selección, prólogo y notas de J. L. Salcedo- Bastardo, Biblioteca Ayacucho (100), Caracas 1982, p. 261. 81 Ibídem, pp. 261-262.

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