La tierra de fuego: gente y naturaleza marcadas por el calor profundo

la tierra de fuego 31 52°S 70°O Localizadas en el Complejo Volcánico Pali Aike (CVPA), las Cuevas de Fell y Pali Aike, ambas formaciones volcánicas, representan uno de los testimonios más antiguos y más austra- les del poblamiento americano y son también la cuna de la arqueología patagónica. Hace 10.000 años, durante el periodo Paleoindio, las primeras bandas de cazadores-recolectores se desplazaron desde el norte y llegaron a las latitudes patagónicas en un momento de con- diciones climáticas más cálidas, tras la última glaciación, que permitieron el acceso a tierras libres de hielos. El Periodo Paleoindio está representado en di- versos lugares de América, desde Alaska hasta Patagonia, y se extiende aproximadamente des- de el 20.000 hasta el 8.000 antes de Cristo. Este periodo se caracteriza por la presencia de fauna extinta y por la aparición de un nuevo tipo de herramientas de piedra, las puntas de proyectil talladas, denominadas según su tipología bajo diferentes nombres (Clovis, Folsom, Fell, Cola de Pescado) y que dan cuenta de la gran difusión de esta técnica en todo el continente americano. El CVPA alberga numerosos sitios arqueológicos donde se inició la arqueología patagónica. En 1936, el arqueólogo norteamericano, Junius Bird, encontró en los campamentos temporales de Fell y Pali Aike el tipo de punta de proyectil Cola de Pescado junto a vestigios de fauna extinta como milodón y caballo americano. Su descu- brimiento fue una revolución en su época, pues eran los primeros testimonios de que el hombre había convivido con animales prehistóricos. La tipología de los artefactos de piedra tallada encontrados en Fell y Pali Aike y la presencia de fauna extinta permitió demostrar que se trataba de las primeras ocupaciones de los cazadores-recolectores paleoindios, transfor- Fuente de la arqueología patagónica mándose en sitios fundamentales para com- prender la historia cultural de la Patagonia meridional 7 . Luego, en la década del 50, se rea- lizaron estudios utilizando el método de data- ción por carbono en el campo volcánico Pali Aike que permitieron confirmar la antigüedad del poblamiento del extremo sur de América 8 . En ambos sitios, los restos materiales, principal- mente líticos (puntas de proyectil, raspadores, retocadores, raederas) y arqueo-zoológicos (mi- lodón, caballo americano, guanaco, zorro, aves, huevos de avestruz) excavados en los campa- mentos estacionales, dan cuenta de una econo- mía basada en la caza de especies terrestres 9 . La Cueva de Fell permite observar, a través de sus diferentes capas arqueológicas depositadas en el tiempo, la evolución tecnológica entre las primeras ocupaciones y manifestaciones más tardías de estos cazadores-recolectores, pro- bablemente ancestros de los grupos indígenas aonikenk o tehuelches , que habitaron el área del campo volcánico Pali Aike hasta la desapari- ción de estos grupos a fines del siglo XIX y co- mienzos del siglo XX, causada por el contacto con las poblaciones colonizadoras. Dada su relevancia para comprender las pri- meras ocupaciones humanas del extremo sur de América, ambos sitios arqueológicos están protegidos por la Ley Nº17.288 de Monumentos Nacionales y forman parte de la Lista Tentati- va de Bienes Culturales de Chile a ser postu- lados como Sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO 10 . Texto: Valentina Figueroa / Ilustración: Maritza Piña 7 Ver Bibliografía Seleccionada (www.monumentos.cl) 8 Ver Bibliografía Seleccionada (Barberena, Blasi y Castineira, 2006) 9 Ver Bibliografía Seleccionada (www.monumentos.cl) 10 Ver Bibliografía Seleccionada (www.monumentos.cl)

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