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Las copias de ilustraciones de plantas de
Botanical Magazine,
J.
D. Hooker, E. Poeppig, C. Gay presentados en esta obra son
reproducciones fieles, no intervenidas en forma alguna, de las
publicaciones de donde se las tomó, poniendo especial cuidado
enmantener inalterado el cromatismo original. Sólo se eliminó,
en algunos casos, los dibujos accesorios de organografía vegetal,
que, casi siempre, son figuras lineales, acromáticas, y en la obra
dePoeppigocupan a lomenos la terceraparte omás de lapágina.
Como en esta obra, debido a su formato, se tuvoque reproducir
en tamañomuchomenor al del original, las páginas fotografiadas,
la partemás hermosa de ellas, la que representa en color toda la
planta con su flor, al reproducir la lámina completa quedaba de
un tamaño tan reducidoque se perdíanmuchos detalles valiosos.
En las bellas ilustraciones de Gay tales dibujos son casi siempre
laterales, pero también lineales ymonocromáticos. Se eliminó casi
todo dibujo con estas características y se colocó en substitución
ampliaciones de flores de la misma figura, sin alterar en nada el
dibujooriginal. Por supuesto, tal adición a veces realza la estética
de la ilustración total, otras veces no; en todo caso magnifica
detalles que pasan inadvertidos en las reproducciones de menor
tamaño. Bajo cada ilustración va el nombre de la especie, tal
como se la anotó en la publicación original. Cuando ese nombre
no coincide con el nombre actualmente válido, éste va escrito
debajo del original, tal como se hace ahora.
Con los paisajes, en cambio, sólo fue posible conseguir imágenes
originalesdeM.Graham, J.C.Dumontd’Urville,P. Schmidtmayer,
C. Gay, algunos de F. Brambila. No se pudo obtener imágenes
originales de los paisajes coloreados de E. Poeppig, C. Famin,
T. Sutcliffe. Por esto, se los coloreó mediante las técnicas de
computación usualmente empleadas, que los muestran en una
inconfundible coloración verde grisácea o sepia. Insisto: estos
procedimientos se usaron sólo en algunos paisajes, nunca en las
reproducciones de dibujos de plantas ni en los paisajes de la obra
de Dumont d’Urville, Graham, Gay, que están reproducidos
fielmente de la fuente original.
Los estudiantes de Botánica hasta mediados del siglo pasado
carecíamos de textos donde se presentaran ilustraciones de las
plantas chilenas, ya fuesen coloreadas o en blanco y negro. La
colección de
Botanical Magazine,
o la obra de Poeppig, además
de escasas, erande acceso restringidísimo. El
Atlas
deGay estaba
sólo en las principales bibliotecas o en manos de coleccionistas
privados. De haberse publicado obras con fotografías en blanco
y negro (en esos años imprimir en color era muy caro) de las
plantas tanbien ilustradas que existían en los libros de los “fondos
reservados”de algunas bibliotecas yquepresentamos en estaobra,
se hubiese hecho un gran favor a los estudiantes de Botánica e
incrementado el interés por estos estudios. Sólo en 1959, con
la
Sinopsis de la Flora Chilena,
de C. Muñoz, se pudo conocer
dibujos enblanco ynegrode cientos de plantas chilenas reunidas
enun solo volumen. Esta obra fueuna gran ayuda en los estudios
botánicos básicos o avanzados.
Unpasodefinitivo enbotánica básica se dio en1978, con la obra
de A. Hoffman J.,
Flora Silvestre de Chile Zona Central,
la cual
lleva más de 360 ilustraciones en color de las plantas chilenas
más comunes. En los años siguientes esta autora y colaboradores
publicaron
Flora Silvestre de Chile Zona Austral
y
Plantas
Altoandinas,
obras que presentanmás de 1.400 plantas chilenas.
A partir de 1985, diversos autores dieron a conocer libros con
fotografías en color deplantas deChile.Digamos depaso: del total
de 6.000 especies nativas del país, se han dado a conocer buenas
imágenes de unas 2.500 de ellas. En los autores de esos bellos
libros existe la tendencia de presentar las especies más comunes,
lo cual los hace coincidir en su repertorio florístico iconográfico.
Permanecen, por lo tanto, más de 3.000 plantas chilenas de las
cuales sería muy útil publicar ilustraciones en color.
W. L.
