Ser-humano (cartografía antropológica)

— 155 — autenticidad , yerra en el blanco 102 . El ser-sí- mismo a lo más vale en el pensador de Oldenburg como “señal” ( signum ), no como algo que pudiéramos represen - tarnos objetivamente. Respecto del ser-sí-mismo, por otra parte, importa pues sobretodo la posibili - dad . En lo que se cumple que la retrotracción de que hablábamos es en cuanto que el sí-mismo como posibilidad consiste justamente en que nos asumamos como tales. Entendido así, el sí-mismo es posibilidad, es decir, no es algo más allá de ésta. Por lo tanto, aquí no cabe preguntarse acerca de una posibilidad de … En rigor, no hay posibilidad de esto o lo otro, en lo que atañe a la Existenz como ser-sí-mismo. Ella es posibilidad, y para decirlo más claramente aun, ella es poder-ser que asumimos como tal. La posibilidad en la acepción usual de la palabra, es, en general, posibilidad de… algo, de que llueva o que no llueva, que llegue o no llegue fulano, que haya o no buena cosecha de trigo, que suba o baje alguna acción de la Bolsa . Mas, esta acepción de la posibilidad se refiere a todo lo que es mero Dasein , en lo que debemos tener en cuenta que éste, nuestro modo de ser básico y elemental, lo compartimos con los demás fenómenos del universo (también la máquina, la piedra, el animal, el astro, son Dasein ). Pues bien, dentro del inconmensurable ámbito de lo que es hay este ente, “ontológi - camente señalado”, que somos nosotros mismos, cuyo carácter esencial es ser él mismo posibilidad, y en aras de ser-sí-mismo, se trataría de que se asumiera como tal. Vista la posibilidad de esta laya, justamente lo que, en primer lugar, distingue al ente que somos, es la posibilidad. Todos los demás entes pueden ser esto o lo otro, y en cada caso esto no depende de ellos, sino que están pre-de - terminados a ser de una u otra manera. Pues bien, este ente singular, en cuanto que él mismo es posibilidad y que, cier - tamente porque es posibilidad, es también libre. La libertad pues sólo es sobre la base de la posibilidad. Mas, la fuerza del sentido habitual de la posibilidad de ser esto o lo otro, según pre-determinaciones, o que suceda esto o lo otro, es tal, que el ser humano tiende a auto-entenderse de acuerdo a esta última dimen - sión habitual de la posibilidad. Cuando ello es así, el ser humano se auto-entien - de a la vez como mero Dasein , como algo dado y determinado por los códigos, esquemas o generalidades que antes hemos acotado. Además, cabe aducir que, si nuestro ser es posibilidad, esto quiere decir no solamente que no somos algo meramente dado y pre-determinado, sino que no hay propiamente una “sustancia” o “naturaleza” humana, o, si se quiere, lo que ella sea, es mero Dasein , ser-ahí no más. Pero la existencia es distinta del ser-ahí. Pues bien, a través de lo que llama Jaspers “filosofía de la exis - tencia” se abre un nuevo horizonte dentro de las concepciones antropoló - gicas: el ser humano como posibilidad y proyección (correspondiendo este 102 T. Adorno, Jargon der Eigentlichkeit (Jerga de la autenticidad), Frankfurt a/M: Suhrkamp, 1970.

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