Ser-humano (cartografía antropológica)

— 122 — Interesa a su vez en las concepciones antropológicas que en la medida en que ellas deben su gestación cada vez a distintos individuos preclaros, ellos mismos con sus vidas particulares dan muestras de la impronta de cada una de esas concepciones. Tras el animal racional vemos nítidamente a un Sócrates como “luchador del concepto” paseándose por el ágora para interrumpir el camino del General Laques y preguntarle por la esencia de la valentía. Así también vemos a los forjadores del ser humano activo –Fichte y Marx– justa - mente a ellos mismos como hombres eminentemente activos. Estamos ante dos personalidades que justo porque plantean un radical giro del pensamiento a la acción (a saber que deben ser las demandas de la acción y de la transformación del mundo las que justifican el pensamiento y lo que pensamos) ejemplarmente ellos mismos son hombres de acción: el primero, Fichte, porque participó acti - vamente en la lucha contra la invasión napoleónica de territorios alemanes y por ello sus “Discursos a la nación alemana”, pronunciados en Berlín; y el segundo, Marx, porque desde sus inicios en la fundación del Diario de Colonia fue también un hombre eminentemente activo. En 1841 obtiene el doctorado en filosofía y ya al año siguiente es el editor de la “Rheinische Zeitung” de Colonia, aunque sólo por unos meses, ya que en 1843 renuncia en vistas de las reiteradas censu - ras a sus artículos sobre la propiedad y cuestiones económicas (ChdD, p. 533). El pensamiento kantiano se articula fundamentalmente a partir de la distinción entre razón teórica y razón práctica, considerando particularmente en ello cuál es la relación de una con otra y por supuesto los territorios que a cada una le competen. Si ya con Kant se da cierta inclinación hacia la razón práctica, en tanto las grandes preguntas de la filosofía encuentran en ella su cauce y justificación, en especial lo que concierne a la libertad y a Dios, con Fichte la mencionada in - clinación se vuelve irrevocable. Dicho taxativamente: la razón práctica es la que le da una justificación a la razón teórica. Ésta viene a ser la principal conclusión de El destino del hombre (Edh, p. 263). Subrayemos que la cuestión no es aquí simplemente de que podemos modificar nuestras interpretaciones que hacemos de hechos y situaciones y que a raíz de ello, las decisiones que tomemos serán distintas y, consecuentemente, distintas serán también las acciones emprendidas. No basta simplemente, como lo hizo Judas Macabeo, reinterpretar el Sabbath en el sentido de que también en ese día festivo se podría luchar, en aras de defenderse de los ataques de Antíoco IV del Imperio Seléucida, el cual se había propuesto helenizar las costumbres y los ritos judíos; y justamente el padre de Judas Macabeo, Matatías, había sido asesi - nado con el grupo de insurgentes que presidía, junto con sus familias completas, por causa de no trabajar, luchar o defenderse en el Sabbath 80 . 80 http://es.wikipedia.org/wiki/Judas_Macabeo

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