3) DERECHOS HUMANOS Y DIFERENCIAS
CULTURALES EN EL MUNDO:
COMENTARIOS A LAS INTERVENCIONES
DE LOS PROFESORES BASCUÑAN, BARROS
y
HUBNER
Jorge Millas J.
*
Por dos razones, una de las cuales tuve oportunidad de expresar al
profesor Walter Sánchez, no creo que esté bien que en
el
progra.
ma aparezca yo encargado de los comentarios de las excelentes expo.
siciones que acabamos de escuchar. La primera es que, a causa del ca–
lendario ocasional de actividlildes que me ha sido necesario atender en
el
curso del último mes, no fue posible darme
el
tiempo suficiente
para la previa <oncentración que este ti po de ejercicio intelectual re_
quiere ni, por lo tanto, la preparación de un aporte más significativo
a estas reuniones. La segunda, es que las dos exposiciones de hecho
son tan amplias, una por su envergadura histórica y la otra por su
envergadura doctrinaria, que sería una abusiva pretensión de mi parte
cumplir aquí la función de comentarista. Por eso, en forma prudente
y modesta, sólo voy a limitarme al papel de entreabrir apenas
el
inter–
cambio de ideas que debe seguir a dos esfuerzos tan importantes para
dilucidar el tema sobre los derechos humanos en relación con la culo
tura occidental. Por lo mismo, tampoco voy a seguir el orden. siste–
mático que pudi,era esperarse de un comentario organizado, para ocu·
parme primero de la exposición de don Jorge Iván Hübner y, en se.
guida, de la del profesor Antonio Bascuñán, sino que, al hilo de las
incitaciones que nos procuran sus respectivos puntos de vista, voy a
tr,atar de hilvanar dos o tres ideas que tienen algún sesgo crítico, pero,
que, en todo caso, pretenden seguir de alguna manera el pensamiento
potencialmente contenido en ambas exposiciones.
De hecho, quisiera partir refiriéndome al trabajo del profesor Jorge
Iván Hübner. El ha expuesto, incluso anunciándola desde un princi–
pio, una tesis que, según yo la entenderla, me gusta. Creo que es una
tesis históricamente bien fundada y conceptualmente bien organizada.
Si no lo interpreto mal, su tesis sería que la concepción de los derechos
humanos ha surgido históricamente, que históricamente se ha desarro–
llado
y
que, por consiguiente, no puede mirársela como innata
al
hom.
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Versión taquigráfica revisada por el autor.
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