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lOOR SAAVEDRA
4.
FILosOFÍA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Una de las fonnas de enfrentar el problema de la ciencia y la tecnología es partir
de la manera más abstracta, para después llegar a proposiciones concretas.
Cuando hablo del dysarrollo visto desde mi perspectiva profesional -que
desde luego no es la única- veo una cadena cuyos eslabones se encuentran muy
interrelacionados. Sus elementos fundamentales son la filosofía, la ciencia, la
I
tecnología y la sociedad.
Nonnalmente la gente se preocupa sólo de un segmento, que es la relación
entre tecnología y socie'dad. Quienes vivimos en el mundo de la ciencia nos
ocupamos de los vínculos de ésta con la tecnología. Pero yo creo que hay que
tratar de entender la totalidad activa de esta cadena.
I
Una de las primeras simplificaciones en que se incurre es partir desde la
ciencia y suponer que hay una relación lineal: la ciencia implica tecnología y ésta
a su vez cambia la
socÍl~dad;
por eso conviene hacer ciencia. Pero esta relación
que parece lineal, no lo es. La tecnología por cierto cambia la sociedad, pero la
sociedad le plantea nuevas exigencias a la tecnología con lo que la hace evolu–
cionar.
La relación entre
ci~ncia
y tecnología también se considera, generalmente,
en ténninos lineales. Se dice que para que haya progreso tecnológico es necesario
que haya ciencia. Se olvida, sin embargo, que para que ésta avance también es
necesario que lo haga
l~
tecnología, y esto es evidente desde el comienzo de la
historia de la ciencia.
Uno de los casos más transparentes se encuentra en la invención del telesco–
pio, que hizo Galileo gracias a que conocía la ciencia, particularmente la óptica
del siglo
XVII.
Con este adelanto tecnológico Galileo miró hacia el cielo y
I
descubrió una infinidad de cosas nuevas, como por ejemplo que Júpiter tenía
lunas. Hasta ese momento se creía, por doctrina, que no existía ningún objeto
celeste -salvo la
Tierr~
que estaba en el centro del universo-- que tuviera otros
objetos orbitando a su alrededor. Con el telescopio pudieron medirse cuidadosa–
mente los movimientos' de estas lunas jovianas y con esta infonnación Kepler
obtuvo alguna de sus leyes, las que usó luego Newton para deducir la ley de
gravitación universal.
í
Como puede
apreci~se,
la ciencia produce tecnología y ésta a su vez pennite
I
otros avances científicos, los que posibilitarán la invención de nuevas tecnolo-
gías, y así sucesivame¿te.
Por último, nonnalmente se olvida que tras la ciencia hay una filosofía. Yo
creo que todavía es
váli~o
decir que nuestra
c~encia
de hoyes la manera griega de
mirar el mundo. Los filésofos jónicos -Tales y sus seguidores- que vivieron en