Política mundial hacia el siglo XXI - page 144

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FERNANDO MONCKEBERG
notablemente durante el último decenio. Al mismo tiempo se ha hecho más
compleja la interdependencia de otros factores no agrícolas como mercado de
capitales y disponibilidad de monedas extranjeras, todo lo cual ha influido
directamente en los problemas alimentarios.
Desgraciadamente, la dependencia se ha polarizado sólo en un sentido: 25
países, los mayores productores de alimentos, manejan el 50% de la oferta y la
demanda, determinando lo que sucede en el comercio agrícola y que sólo
considera sus propias realidades económicas, lo que, la mayor parte de las veces,
repercute negativamente en el resto. Ello imposibilita cualquier diálogo entre
países ricos y países pobres.
En el período 1982-83, la producción de granos a nivel mundial alcanzó a
1.700 millones de toneladas, lo que es en un 3% superior a la del año anterior
(1981-82). En el período 83-84, volvió a incrementarse en un 4,5%, pero
nuevamente disminuyó la disponibilidad per cápita en muchos países subdesarro–
llados, especialmente África y Latinoamérica. Los stocks alcanzaron niveles
record de 217 millones de toneladas; sin embargo, el intercambio internacional,
cayó en un 7%, debido probablemente a la recesión mundial. No obstante, si se
toma toda la década, el intercambio internacional fue casi el doble de la década
anterior
24.
Mas, el aumento del intercambio internacional en el área de alimentos, no fue
debido a que participaran más los países pobres, sino por el contrario, porque han
ido cambiando los hábitos alimentarios de los países ricos. En el período 82-83,
casi la mitad del trigo que se exportó, fue a la Unión Soviética, Europa y Japón. Si
se incluye a China y los países de la
OPEP,
esta cifra se eleva al 90%. Son estos los
países que, al aumentar su ingreso, importan más granos destinados a la alimenta–
ción animal y mejoran así la calidad de su dieta. Los países pobres se han estado
quedando fuera del sistema de comercio internacional de alimentos. Han aumen–
tado sus compras, pero el porcentaje dentro de todo el sistema, es muy bajo:
-12
millones de toneladas en el período 1982-1983, de los cuales, más de la mitad han
ido a América Latina.
En todo caso, cada día los países pobres se están convirtiendo en importado–
res netos de alimentos. Es decir, sus importaciones de alimentos (en dólares)
están siendo mayores que sus exportaciones. Si tal tendencia continúa, la posibi–
lidad de que satisfagan sus necesidades va a depender de su capacidad de exportar
otros productos que no sean agrícolas, especialmente manufacturados, para así
disponer de las divisas necesarias.
Pero esto último se ve como poco probable, frente a la falta actual de divisas y
a su alto endeudamiento (especialmente América Latina). El pago de las deudas y
1...,134,135,136,137,138,139,140,141,142,143 145,146,147,148,149,150,151,152,153,154,...213
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