JOSÉ ANTONIO COUSIÑO
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mayoría apoyaba el acuerdo, por lo que sólo uno de los cuatro
sitios dañados permanecía contrario al acuerdo.
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Los acontecimientos descritos muestran que había otro
sustrato en ]a resistencia a la libre
asocia~ión,
que iba más allá
del mero nacionalismo micronesio. El empecinamiento de Palau
para incluir cláusulas que impidieran el almacenamiento y
emplazamiento de armas nucleares o químicas, que llevó a la
realización de ocho plebiscitos, siendo aprobado el último de,
ellos sólo después de modificar los porcentajes mínimos
constitucionales requeridos. Debe recordarse en este punto, que
el primer plebiscito en las Islas Marshall -las más afectadas por
las pruebas atómicas- se realizó en 1978, con resultados
negativos, y que el acuerdo fue aprobado en estas islas recién en
1980, por un cincuenta y ocho por ciento de los votos. Había
poderosas razones, por tanto, para que las negociaciones se
prolongaran por quince años.
Es por eso que, a menos que haya un convenio en
contrario, en los textos se contempla que el Gobierno de Estados
Unidos no podrá realizar pruebas ni emplazar armas nucleares
en las Islas Marshall, en los Estados Federados de Micronesia y
PaJau, como tampoco probar, disponer de o descargar cualquier
arma biológica, química o material radiactivo en una cantidad o
manera que sea riesgosa para la seguridad o la salud pública.
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Con estas restricciones, Estados Unidos logró continuar usando
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Approvillg tlle Comllact of Free Associatiol! witlr rile Marslrall Isllll!ds and The
Federated States ofMicrollesia and ApproviJlg COllditionally the Compacl of Free
AssociatiOIl with Palau. Repon of tlle Com;nínee
011
Foreign Affairs. House of'
Represelltatives.
p.
9.
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Compact ofFree Associatioll.
Title
m,
ArUele l. Section
314.