Proposiciones para una teoría de la medicina

ficher Betrieb, el negocio científico), a desarrollar una cierta especialización puntual y a recorrer otros continentes. De mi época en Estados Unidos recuerdo especialmente la necesidad de ajustarme a las realidades de la actividad científica y la parcial comprensión de las leyes de la competencia, que me interesaron no para practicarlas sino para observarlas. Hay muchos temas que a lo largo de estos años han quedado abandonados. Cada cual construye un ecosistema de creencias y a medida que lo desarrolla se vuelve más difícil explicarlo a otros. Mi actividad en la fisiología, la psiquiatría y las ciencias del hombre no calza con algunos estereotipos. Me abruma tener que dar luengas explicaciones y desarrollar conceptos que juzgo triviales. Este libro despeja un poco el desván de las notas sueltas, espero, por algún tiempo. De paso, sale como movida en un juego que espera tener contendores y críticos. Por ambos motivos, vale la pena abandonar la tarea de escribirlo, en la convicción de que es en realidad interminable. He gozado de la amistad perdurable de buenos amigos y benevolentes críticos, que acogieron otros productos de este tipo con enérgica y bienintencionada aprobación o no menos intenso rechazo. A ellos debo el esfuerzo por ser más humilde y renunciar a la perfección. Espero haber abandonado un modo de hablar que era de estilo cuando empecé, matizado con muchas declaraciones de "humanismo" y plegarias por reformas globa– les. Me parece, al cabo de estos esfuerzos, que mucho de lo que yo esperaba de mi "psicosomática" viene ahora bajo otros nom– bres, de los cuales "patología teórica" y "bioética" nos son los menos conspicuos. Como se verá, era menester bastante inge– nuidad para sostener afirmaciones como las que hice, por ejem- . plo, en La perspectiva psicosomática en medicina, publicado en 1984. Dirijo este libro a profesionales y profanos. Si a unos puede molestar la relativa ausencia de tecnicismos, irritará a los otros 11

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