La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis

143 mis labios con los higos y mi seno con un nieto. Dijo, y gozó el albísimo cuello el fruto de miel. Ríe y se embruma la isla pequeña como un nimbo al viento, en hebras y hebras cae y se pierde en la mente del arquero 237 . 237 Ibídem, X, 333-347.

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