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La ética en las profesiones
Los problemas de la ética aplicada han
sido objeto de estudio en distintas
profesiones, especialmente medicina,
periodismo y abogacía. También en
algunas ramas de la ingeniería, como
informática e ingeniería del diseño.
En Chile no existe casi nada sobre este
tema, de modo que es preciso inten-
tar mitigar esta carencia. Los problemas
que plantean las tecnologías de nueva
generación, por las posibilidades que
crean y por sus efectos sobre la natura-
leza y la sociedad, son de variada índole.
Se puede establecer una correlación en-
tre el crecimiento del poder técnico y la
necesidad de mayor responsabilidad en
su utilización. Pues los riesgos siguen la
misma incierta y a menudo amenazante
exponencial de crecimiento que los in-
ventos, lo que ha obligado a extremar
los cuidados públicos y privados en tor-
no al uso de las nuevas tecnologías
(1)
.
La genética, la energía atómica, la com-
putación, los trasplantes, en fin, los lí-
mites de los cuidados médicos a pacien-
tes terminales, plantean la necesidad de
regulación y uso responsable de esas téc-
nicas o, eventualmente, su proscripción.
La idea según la cual el progreso técni-
co tendría sus condicionantes sociales y
culturales que impedirían el abuso o el
empleo destructivo de las técnicas choca
contra algunas evidencias. Sin perjuicio
de los análisis clásicos, como los de Max
Weber, por ejemplo, sobre la ética pro-
testante y su influjo en el desarrollo del
capitalismo –influencia, por lo demás,
favorecedora, pero no reguladora ni
equilibradora–, no se puede minimizar
la lógica del desarrollo técnico. Ella ad-
quiere en todo orden de decisiones una
gravitación que ha llevado a algunos au-
tores a hablar de “autonomía del sistema
técnico” (Jacques Ellul) y de “tecnología
autónoma” (Langdon Winner). Ambas
tesis plantean tanto un cuestionamiento
de la eficacia de una ética, como, asimis-
mo, la existencia de una autorregulación
sistémica.
La primera pregunta que surge en rela-
ción con una ética aplicada a la ingenie-
ría viene de una idea del sentido común,
una suerte de ideología espontánea que
afirma lo siguiente: la ingeniería tan
sólo aplica una ciencia, un saber de or-
den físico y matemático, ajeno a toda
“valoración”. ¿Puede haber una ética de
Ética y técnica: ingeniería y ciudadanía
Marcos García de la Huerta Izquierdo
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