II.
mos
necesitado
de
tal
ausilio,
bien
sea
por
haber sido
en
ciertas
pocas
testigos
presenciales
actores
de
esa
epope-
ya pues
tal nombre
merece
la
vida dramtica del
general
Carrera ya
por haber estado
inmediatos
ai teatro
de
la
escena.
Entindase
bien
esto,
pro
tambin que
no se
ha
copia
do servilmente
ai Sr.
Amunategui,
como
puede
verificarse
cotejando
ambas
publicaciones.
Y
si
bien
se
ha
dejado
in
tacto
el testo
de
algunos
perodos,
es
oportuno
observar
que
estn senalados
con
comillas ai
mrgen,
signos
de
trascrip-
cion
que
ponen
en
evidencia
su
origen
estrano.
Para
referir
los
sucesos
que hemos
presenciado
esc-
sesenos
la
repeticin
,
bien los que
se
consumaban
en
localidades
poo
distantes de
aquella
en
que
la
sazon
residamos,
pendientes
como
estbamos
del
resultado
por
compromisos
personales,
no
se
ha
apelado
ai
ausilio
de
la
obra
ya citada:
antes
por el
contrario,
se
han
amplificado
con
da
tos y
circunstancias
de personas
y
localidades,
que
no era
tan
fcil estuvieran
ai alcance de
su
autor
con
tanta exacti-
tud y
minuciosidad
como nos
era
dable
verificar,
cultivando
estrecha
intimidai!
con
el
general
Carrera,
con sus
parientes
y
con
sus
amigos
mas
adictos,
lo
que
se
comprobar
con
frontando
ambas
produeciones.
Por
lo
dems,
bien
se
deja
ver,
y
est ai
alcance
de
cuan
tos
escriba
n
para el
pblico,
que cl sistema
adoptado
es
el
mismo
que han
practicado,
practican,
y
practicaran
los auto
res
mas
eminentes de
historias
y
biografias,
oeurriendo,
pa
ra
confeccionar
sus
obras y dar
la
ltima
mano
y
perfeccion
sus
elucubraciones,
las
noticias
oralesy
las
publicado-
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