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m
por
entonces
tes resentimientos
personales
de
los dos ge
fes
de
partido.
El
general
espanol
Osrio
acababa
de
desembarcar
en
la baha
de
Talcahuano
con un
refuerzo considerable de
tro
pas
y
abundantes
pertrechos,
armas,
municiones
y dinero.
Era
inminente
el
peligro,
se
aprovecharian
los
enemigos
de
la
discrdia
intestina para
restablecer
su
dominio.
En
tal estado
Carrera,
aunque
vencedor,
invit
por
se
gunda
vez
OTIiggins
un
amistoso
avenimiento:
esta
vez
fu
aceptado,
y
los
dos
ejrcitos
que
acababan
de
batirse
en-
carnizadamente,
se
uiiierou
y
combinaron para
hacer
frente
los invasores. Carrera
en
esta
ocasion,
eomo
en
otras
mii-
chas,
se
condujo
con
OTIiggins
como un
caballero,
como un
enemigo
generoso: tenia
un
corazon
magnnimo.
Los
dos
generales
para
dar
ejemplo
de
concrdia
y
fra-
ternidad
sus
subordinados,
se
iigaron
aparentemente
en
la
mas
estrecha
amistad,;
hasta el
punto
de dividir
en
comun
el
mismo
alojamiento.
Pro
es
presumible
que
estas
muestras
de
union
y
olvido del
pasado,
fuesen
simuladas
por
parte
de
OTIiggins
y
solo calculadas para
conjurar
el
conflicto
que
ya
de
cerca
amagaba.
Al
menos,
daba
lugar
tal
sospecha
su
reciente
negativa
la
primera
invitacion. Los
sucesos
pos
teriores
la confirmaron.
El
ejrcito espanol
se
aproximo
con
fuerzas
imponentes
en
demanda
del
ejrcito ptrio.
Los
generales
Carrera y
OTIiggins
habian
convenido,
con
beneplcito
reciproco,
que
el
primero
mandaseen
gefe.
El
tiempo
le
falto
para
orga
nizar
la
resistncia,
y
apenas
tuvo
cl
suficiente
para
reunir
1...,15,16,17,18,19,20,21,22,23,24 26,27,28,29,30,31,32,33,34,35,...88