83
unos cu ara
tos
hombres
despreci
do=,
pobres,
destitudos
de toda
proteccion
humana,
i solo
confiados
i
apoyados
en
el
mandato
i'
promesa
de
sii
Divino
Maestro,
acometieron
la
jigantesca
i
he
rica empresa
da
esparcirhi
po
donde
qura,
oponinclola
a
las
costumbres
entonces
dominantes
eu
el
mundo,
costumbres
opue:
tumias
a
las
mximas
que
ella
pirescrihe
i
ensena,
derro
cando
los
dolos
tan
queridos
i
respetados
elel
paganismo,
Le
vando
a
caho
esa
gloriosa
empresa
hasta
hacer reinar
esa
rehjioii
divina
sobre,
los
tronos
mas
elevados i
pujantes
de la
tierra,
has
ta
hacerhi
adoptar
i
acatar
a
los
monarcas mas
podrrosos
i
pro-
fesar
a
los
hombres
mas
eminentes
en
las
ci
meias.
S
tambien
que
sin
embar0o
de
los
esfuerr.os
de
todo
jenero
cora
cjue
ene-
rriigos
de toda clase han
jirocarado
en
tolo
tiempo
aniquilaria,
si dado
les
hrahiera
sido,
ella
subsiste
rao
obstante,
i
subsistir
hasta
el fin ele
los
siglos,
porque
su
firme estahilidad
esta
fun-
d
da
era
la
firme
e
irresistihto
palabra
de
su
fundador
divino,
contra
la
que
se
estrellarra
siemjire
las
pretensiones
i
esfnerzos
de
sus
enemigos
mas
podei
osos.
adernas
por
la
historia
de
!a
Iglesia,
i
aun
por
Ia
historia
profna,
cpie
en
los
siglos
sucesivos i
aun
hasta
nuestros
dias,
multitud de obreros
evanjlicos,
sigiiieido
las huellas
ele
los
primitivos
propagadores
de
esla
docirina
celestial,
acometieron
con
santa
intrejridez
la
empresa
grandiosa
ele llovarlaa
los
pue
blos
mas
remotos
i
apartados,
aiumciiidola
a
pueblos
feroces
i
brbaros
(inclusos
mrachos de
los
mencionados)
i
esto
sin
va
lerse
de
otros
mdios ni
recursos
cjue
la
confianza
en
el
pioder
de
aejrael
Dios que
arumeiaban,
en
cuyo
nombre obraban
mu
chos
de
ellos
maravilhas
estupendas.
Al
estn
entre otros
mil
los
Javieres
en
la
ndia
Oriental,
los Sohmos
en
el
Ler,
i
tan
tos otros
hombres
pirodijiosos,
que revestidos
ele
ese
don
singu
lar
de
Dios,
domaban
con
portentosos
milagros
los
'
pmeblos
mas
feroces,
alrayciiclolos
ai
grmio
de
la
iglesia
ele
Dios.
Es
verdad
.
Pro tambien
es
verdad,
ila historia
misma
nos
refiere
a
otros
mil
i
mil obreros
evanjlicos,
que aunque confiados
en
el
poder
de
la
gracia,
echiban
mano
tambien
de
los
recursos
humanos
1...,78,79,80,81,82,83,84,85,86,87 89,90,91,92,93,94,95,96,97,98,...171