Modelo de certificación universitaria en estándares de igualdad de género, sello genera igualdad.

modelo de certificación universitaria en estándares de igualdad de género, sello genera igualdad 31 capítulo 2 . la construcción del sello genera igualdad. quienes están adscritos como profesores titulares son hombres. Solo en las jerarquías de Instructor/a e Instructor/a Adjunto/a, es decir aquellos rangos iniciales de la carre- ra académica, la presencia de hombres y mujeres se acerca a la paridad (52% hombres y 48% mujeres), situación que da cuenta de la desigual movilidad de ambos grupos en la carrera académica. Este tipo de distribución por sexo se expresa también en los cargos directivos, decanaturas y direcciones de facultades e institutos. Al segundo se- mestre de 2020 solo el 32% de las autoridades de unidades académicas correspondía a mujeres. No obstante, el acceso de mujeres a cargos directivos ha mejorado en los últimos años, sobre todo gracias a la voluntad y decisión política de las autoridades en los nombramientos de cargos unipersonales. En 2018 únicamente un 30% de las autorida- des superiores eran mujeres; este porcentaje aumentó a un histórico 55% al segundo semestre de 2020. Cuerpo estudiantil . Las relaciones de género en el ámbito estudiantil están afectadas también por el fenómeno de segregación. Por una parte, a nivel horizontal, hombres y mujeres se distribuyen de manera diferenciada por áreas de conocimiento; y, por otra, mientras la matrícula de pregrado el año 2020 era prácticamente paritaria, en magíster y doctorado la presencia de hombres aumenta hasta llegar al 57% (Unidad de Análisis Institucional, 2020). Solo en estudios de postítulo y profesional especialista aparece una mayor participación femenina, alcanzando el 54% de la matrícula. Estas diferencias remiten a patrones estructurales y culturales que dificultan la continuidad de estudios de las graduadas, ya que deben compatibilizar los procesos de formación con trabajos remunerados y no remunerados. Asimismo, la menor participación de mujeres en programas de magíster y doctorado tiene consecuencias en las posibili- dades de ingresar a la carrera académica y condiciona las ofertas y condiciones labo- rales. Cuerpo de funcionarios . La segregación vertical observada es más atenuada en este estamento que para el cuerpo académico. Sin embargo, la distribución por sexo mues- tra acusadas diferencias. Los escalafones más feminizados son el administrativo (75%) y profesional (58%), mientras que el directivo muestra un 56% de hombres. Asimismo, se reconoce claramente la segregación por áreas del conocimiento o del quehacer. Las unidades más feminizadas están relacionadas con comunicaciones, extensión y vinculación con el medio, salud, ciencias sociales y humanidades; mientras que los ámbitos de las ciencias, tecnología e investigación académica están más masculini- zados (Unidad de Análisis Institucional y Datos, 2020). Es importante destacar, pese a ello, que una parte importante de las unidades académicas y administrativas tiende a la paridad de género en el personal de colaboración. • Formación, docencia y aprendizaje Junto a la destacada labor de los Centros de Estudios de Género, la Universidad de Chi- le, en diversas facultades, ha incrementado los cursos de formación general y los de carácter electivo sobre temáticas de género. Sin embargo, son pocas las carreras que han incorporado la igualdad de género entre sus competencias y perfiles de egreso o que integran cursos de género obligatorios en sus mallas curriculares. En 2018, la uni- versidad impartía solo 28 cursos sobre género, cuatro de ellos de carácter obligatorio. Y nueve unidades académicas no impartían ningún curso. La mayor parte de estos cursos eran dictados en las facultades más feminizadas, Filosofía y Humanidades, Ciencias Sociales y el Instituto de Comunicación e Imagen (Digen, 2018). Con el propósito de revertir la feminización o masculinización de las carreras que im- parte la universidad, han sido impulsadas diversas medidas, tales como el Programa de