Escritura e inclusión en la universidad: herramientas para docentes

233 C apítulo 4: ¿C ómo acompañar la escritura de tesis y memorias de ... L ectura : L a escritura como producto de la historia de vida del escritor Toda nuestra escritura está influenciada por nuestras historias de vida. Cada palabra que escribimos representa un encuentro, posiblemente una lucha, entre nuestras múltiples experiencias pasadas y las exigencias de un contexto nuevo. Escribir no es una actividad neutral en la que simplemente aprendemos una habilidad física, sino que implica cada fibra del ser multifacético del escritor. Quienes somos afecta cómo escribimos y lo que estemos escribiendo, sea una carta a un amigo o una tesis doctoral. “Quienes somos” significa, primero, las posiciones del sujeto y las relaciones sociales que se producen como consecuencia de nuestra clase social, etnia, género, constitución físi- ca, habilidades y discapacidades, y la forma en que estas se construyen en el contexto so- ciocultural en el que vivimos. . . . Estas posibilidades socialmente construidas sobre la autosuficiencia conforman a su vez la historia de la vida de las personas en cuanto a las ex- periencias, acontecimientos, encuentros y oportunidades; esperanzas, miedos y decepcio- nes; valores, creencias y lealtades; la confianza en sí mismo, las ansiedades y los deseos; las tensiones y contradicciones en sus vidas, que se manifiestan en la punta de la pluma. . . . El sentido de autosuficiencia es quizá el legado menos obvio del pasado de un escritor, pero, desde mi perspectiva, uno de los más destacados. Dependiendo de qué tan seguros de sí mismos se sientan los escritores, escribirán con relativa autoridad. Las personas que están acostumbradas a ser tratadas con respeto es probable que se vean a sí mismas como autores, con algo que decir. Aquellos que están acostumbrados a pensar que son inferio- res a los que les rodean –por cualquier razón– es probable que sean más tímidos, más dis- tantes. Esto es lo que lleva a muchos estudiantes a escribir completamente apelando a la autoridad de los “expertos” publicados, como discutiré más adelante en el Capítulo 10. Escribir no es solo un texto sino un set de prácticas, y los escritores aportan a cualquier nuevo acto de escritura las prácticas de literacidad en las que se han enculturado a tra- vés de su experiencia pasada. En la comunidad de discurso académico hay suposicio- nes acerca de las prácticas de literacidad para encargarse de una tarea; por ejemplo, que debe tomar mucho tiempo, hacerse en un lugar tranquilo, hacerse en un procesador de texto, o con un bolígrafo azul o negro, y que los estudiantes tratarán el proceso casi con reverencia. Sin embargo, las personas pueden tener prácticas de literacidad muy dife- rentes ante una tarea académica y tienen puntos de vista muy diferentes sobre su impor- tancia para ellas. Ivani č , 1998, pp. 181-185; traducción propia. P reguntas sobre la lectura a. Según el texto, ¿cuál es la relación entre “quienes somos” y “cómo escribimos”? b. ¿De qué forma la seguridad y capacidad de aportar algo de un escritor depende de la autopercepción que tenemos de nosotros como escritores? P reguntas para reflexionar a. ¿Qué desafíos puede presentar la relación entre la voz y la identidad a lo largo del pro- ceso de escritura de tesis? b. ¿Qué prácticas se pueden integrar a la práctica docente que permitan enseñar a desa- rrollar una voz en los estudiantes que cursan la tesis?

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