Historias de vida de directoras escolares: contexto y voces

62 HISTORIAS DE VIDA DE DIRECTORAS ESCOLARES: CONTEXTO Y VOCES dirigía y al menor a un jardín que estaba muy cerca. De esa forma podría estar más tiempo con su hija e hijo, ya que, una vez que terminaba la jornada de clases, del jardín le traían a su hijo menor y el niño y la niña pasaban la tarde jugando en el colegio, junto a otros/as hijos/as de funcionarios, mientras sus padres o sus madres trabajaban. Más adelante, decidió que quería poner a su familia en primer lugar y, para ello, buscar un tra- bajo interesante y desafiante, pero que no le implicara estar 24/7 ocupada de él. En 2020, cuando asume como directora de un liceo técnico-profesional en Santiago, sintió que estaba comenzando de nuevo, pero, a poco andar, se dio cuenta que no era lo que ella se había prometido. A esto se sumó que, como efecto del estallido social 11 , el mes de marzo consistió en contener turbas que iban a buscar a los estudiantes para ir a las protestas en horario escolar, ver cómo vaciaban extintores encima de funcionarios y como casi prenden fuego a la puerta de entrada (y único acceso y salida) del colegio. Irene se vio envuelta otra vez en la vorágine de responder día y noche a los requerimientos de su trabajo, dejando de lado a su hija y a su hijo, quienes estaban muy bien atendidos por su pa- dre, pero que demandaban la atención de su madre, por lo que decide renunciar. Aunque ella y su marido compartan de manera paritaria sus responsabilidades parentales, Irene piensa que existe una necesidad de los hijos respecto de su madre que transciende lo cultural. Luego de varios intentos fallidos en búsqueda de nuevos trabajos, participó en procesos en los que llegó a las últimas instancias, pero no fue seleccionada. Cuando en las entrevistas le preguntaban por qué se quería cambiar de colegio, ella explicaba que llevaba gran parte de su vida trabajando en contextos de alta vulnerabilidad y que, aun cuando en una gran etapa de su vida eso era lo que buscaba, ese tipo de trabajo no solo implicaba una entrega profesional, sino que personal. Lo que ella quería era trabajar en un lugar en que se pudiera desarrollar profesio- nalmente, sin dejar de lado a su familia ni descuidar su rol de madre. Irene se sintió cuestionada en esta búsqueda. Se repetían las preguntas acerca de la familia: ¿quién te cuida a los niños?, ¿cómo lo haces (o lo has hecho)? Preguntas que a los hombres no se las hacen en un proceso de selección. Finalmente, hoy, con 41 años, encontró un lugar y una institución, donde sus inquietudes de conciliar trabajo-familia fueron consideradas válidas. Ingresé este año como directora a un colegio, también particular subvencionado, pero esta vez sí he podido focalizar mi acción en lo pedagógico, acompañando a mi equipo y a los docentes en pequeños ajustes que producen mejoras progresivas y sostenidas. En este lugar existe un clima amigable, profesionales competentes y con una alta apertura al aprendizaje, donde si bien no estoy exenta de los ‘incendios’ propios de cualquier colegio, puedo, en contextos de pandemia, durante la jornada, dedicarme un tiempo a mis hijos para ver sus tareas, conversar con ellos, y cocinar uno que otro plato más elaborado. Un lugar donde se me valora por mi trabajo y no se me exige estar por estar, se respeta mi maternidad y se comprende mi interés por dedicar tiempo a mi familia, y no se me cataloga de ‘poco profesional’ por ello. 11 Movimiento social y político sucedido en octubre 2019, donde la ciudadanía en Chile se subleva y manifiesta su rechazo a las políticas públicas del país que durante 40 años han promovido inequidad, injusticia, desigualdad y segregación social. Este movimiento se tradujo en manifestaciones en espacios públicos y paralizaciones de toda la ciudadanía.

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