Voces de la Universidad para la educación del nuevo Chile

26 Universidad de Chile . 2021 reconocimiento de esas instituciones, que permita resguardar el bien común, pero también, su autonomía. Asimismo, la educación pública, y en especial las universidades públicas, deben jugar un rol fundamental en el replanteamiento del proyecto de Estado y desarrollo país, el cual debe estar anclado en el reconocimiento y resguardo de la democracia, la inclusión, la igualdad y diversidad. En Chile, en momentos en que se discute la necesidad de refundar las instituciones públicas, se torna crucial que la nueva Constitución habilite este proceso. Entendiendo que no todo se resolverá en esta Carta Magna, ella puede trazar una hoja de ruta bajo mínimos indispensables y principios claros, que habilite discusiones posteriores. 2.3 Calidad en la educación La calidad en la educación es un término arraigado en el sentido común, pero ambiguo en sus definiciones . Desde la perspectiva de las políticas educacionales en Chile, y con el fin de establecer lineamientos genéricos de calidad para todos los establecimien- tos educativos, se instaló una definición operativa de calidad y un sistema para su aseguramiento. Este sistema vigila el logro de re- sultados de aprendizaje a través de un aparataje institucional y le- gal, independiente de la propiedad o dependencia institucional. Sin embargo, este “aseguramiento”, no ha resuelto el objetivo central que es mejorar la calidad de los procesos educativos. Y además, ha tenido un impacto negativo sobre estudiantes y profesores, debi- do a las constantes mediciones de resultados a través de pruebas estandarizadas, y comparaciones que minimizan la diversidad del contexto de cada escuela, de sus estudiantes y los aprendizajes diferenciados de cada uno. Frente al carácter tecnocrático del actual sistema de asegura- miento, es necesario replantear el asunto de fondo y establecer a quiénes les corresponde esa labor. Para ello es fundamental con- siderar a las instituciones de educación y sus profesionales, rele- vando también el papel que juega la ciudadanía y la sociedad en su conjunto. Esto implica pensar en mecanismos de participación que tengan atribuciones en materia educativa. Es un gran desafío para las políticas y leyes posteriores, no sólo terminar con la actual lógica de medición y aseguramiento actual, sino también abrir un

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