Voces de la Universidad para la educación del nuevo Chile

25 Voces de la Universidad para la educación del nuevo Chile. dialogante. Para ello, las comunidades educativas deben confor- marse como interlocutores que participen activamente de todos los procesos. El Estado, por su parte, debe atender a las diversida- des territoriales y a las necesidades diferenciadas de cada una de ellas, con el fin de garantizar efectivamente equidad y el desarrollo integral de todas las personas. 2.2 Educación pública Durante las últimas décadas la educación pública se ha visto en- frentada a un creciente proceso de privatización en el contexto de una orientación neoliberal, generando, entre otras cosas, la reduc- ción de su matrícula y un creciente traspaso de recursos públicos a establecimientos privados. La educación pública también se ha visto permeada por lógicas empresariales, que han acrecentado desigualdad, segregación y precariedad en lo que respecta a con- diciones de estudio y trabajo educativo. Frente a esta situación, es necesario recordar que la educación es un bien público fundamen- tal dentro de la sociedad, y en su servicio al derecho a la educación es articulador y facilitador de otros derechos fundamentales de las personas. En una nueva Constitución la educación y todo lo que ella conlleva -qué se enseña, quién enseña y las condiciones en que se realiza dicha enseñanza- debe ser provista y gestionada en lo esencial, principalmente por el Estado, en el contexto de un propósito colec- tivo al servicio del bien común. En función de este bien común, será obligación de la educación pública desarrollar y cumplir los objetivos que la sociedad demo- cráticamente defina para ella a nivel nacional, regional, local, com- prendiendo y encarnando la diversidad y las necesidades territo- riales en cada proyecto educativo. En esta línea, la educación pública no puede perpetuar la figura de los sostenedores, porque un proyecto público responde a horizon- tes colectivos y no a fines particulares de propietarios privados. La nueva Constitución deberá ser enfática en establecer ese criterio. Por otra parte, no puede desconocerse la importancia y el va- lor de la educación organizada comunitariamente, más allá de la esfera privada. En este sentido, se debe avanzar en un marco de

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