Comunidad y América Latina: avances decolonizadores

64 tendrá que hacer suyos si pretende superarse. Su ética pública no propone solamente respetar la libertad de los otros, sino contribuir a su realización mediante el servicio recíproco. En el don de sí que supone el servicio, pueden crecer virtudes sociales hoy en día casi olvidadas: generosidad, desprendimiento, abnegación, fidelidad, solidaridad, humildad y, la más alta de todas, fraternidad (pp. 26 - 27). Pero antes nos advierte: La comunidad tiene por fundamento el servicio, no el cálculo del propio beneficio. Cada quien tiene la obligación de prestar una contribución al bien común. El servicio ha de ser recíproco; nadie está dispensado de él, pues es el signo de pertenencia a la comunidad. Un servicio puede ser impuesto o aceptado libremente. En el primer caso se transforma en servidumbre y la comunidad en opresión. Pero cuando el servicio es asumido con libertad, permite la realización de sí mismo en un nivel superior (p. 26) 3 . Así, lo que intentaremos es develar la razón impuesta sobre la categoría comunidad desde la modernidad (Dussel, 1993) 4 y sumarse a las voces que la comprenden no como entidad total, inmanente, ni mucho menos desde el juego del prescindir o el incluir. Si la identidad americana está marcada por la violencia de la conquista, la esclavitud africana, la violencia en contra de las mujeres, las minorías sexuales, los niños, los diferentes ¿Cómo entonces es que nos pensamos en común? Eric Hobsbawm (2006) señaló que el siglo XX fue el siglo más violento que presencio la humanidad contemporánea. Del mismo modo, transcurrido tan solo un año del siglo XXI que se congela en 3 Ver, además: Janacua, J. (2017). Pensar la comunidad desde la modernidad en Luis Villoro . Sincronía, 71 , 92-102. 4 Ver, además: Dussel, E. (1994). Crítica del “Mito de la Modernidad”. En 1492, El encubrimiento del otro. Hacia el origen del “Mito de la Modernidad” (pp. 69- 81). Plural.

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