Policy Brief - Mejorar el acceso a alimentos saludables

han demostrado que el precio de los alimentos procesados es menor que el de los alimentos frescos (Claro, Maia, & Cos - ta, 2016; Pérez-Ferrer et al., 2019). Para que las personas eli - jan alimentos saludables sus precios deben ser competitivos (Ghosh-Dastidar et al., 2014). Políticas públicas sobre el ambiente alimentario de abastecimiento en el mundo El Fondo mundial para la investigación contra el Cáncer de - sarrolló un marco conceptual (NOURISHING) para informar, monitorear y clasificar la política pública en temas alimenta - rios y de promoción de dietas saludables. Se establecieron tres dominios (ambientes alimentarios, sistemas alimentarios, y comunicación para el cambio conductual) y 6 áreas para las políticas públicas (World Cancer Research Fund Internatio - nal, n.d.). De estas áreas revisaremos ejemplos en aquellas vinculadas al ambiente alimentario de abastecimiento. (1) Normar el etiquetado nutrimental y el uso de declaracio - nes explícitas e implícitas de propiedades de alimentos. En 2016, Latvia incorporó la advertencia de alto contenido en cafeína, obligando a las bebidas energéticas y prohibiendo su venta a menores de 18 años. En 2020, México introdujo el etiquetado frontal, incluyendo la advertencia de cafeína y edulcorantes. Un reciente metaanálisis sobre los efectos del etiquetado nutricional en el consumo de alimentos, mostró que esta estrategia disminuía el consumo de calorías en un 6.6%, de grasas totales en un 10.6% y otras opciones no sa - ludables en un 13% (Shangguan et al., 2019). (2) Ofertar alimentos y bebidas saludables en instituciones públicas. La empresa lechera pública mexicana, Liconsa, compra y distribuye leche subsidiada a la población econó - micamente más pobre. Desde 2017, el Programa Operacio - nal de Apoyo a las Personas Más Necesitadas de Portugal entrega a más de 80.000 personas canastas de alimentos, que contribuyen con el 50% de las necesidades energéticas y nutricionales de los beneficiarios. (3) Usar herramientas económicas para abordar la asequi - bilidad e incentivos de compra. En 2017, el Reino de Baréin instauró un impuesto del 100% para bebidas energéticas y un 50% para refrescos. Desde enero del 2014, la población mexicana paga un impuesto de aproximadamente 42 pesos chilenos por litro de bebida azucarada. Evidencia realizada en este país muestra una disminución en el consumo de es- tos alimentos de entre 6 a 12% en el 2014, al mismo tiempo que aumentó el consumo de agua embotellada en un 4% (CONACYT, n.d.). En 2011 Dinamarca introdujo un impues - to de 2.000 pesos chilenos por kilo de grasas saturadas en productos que excedan los 2,3 g. de grasas saturadas por 100 g. de grasas totales, produciendo una disminución del consumo de este tipo de grasas en un 4%, lo que de acuer - do a modelos estadísticos realizados, se traduciría en una reducción del 0.4% del total de muertes por enfermedades crónicas (Smed et al., 2016). Desde 1981 Noruega posee un impuesto al azúcar producida o importada; en 2020 el im - puesto era de 780 pesos chilenos por kilo de azúcar. Se ha evidenciado que aumentar los precios de alimentos que promueven una dieta no saludable (y por ende favo - recen el desarrollo de obesidad), como aquellos con mayor densidad energética, ultraprocesados, entre otros, produce una disminución en la compra de estos alimentos, y así tam- bién, de su consumo (Finkelstein et al., 2014; Sacks et al., 2021). Basados en esta premisa es esperable que al aumentar los impuestos a alimentos no saludables, se reduzca su con- sumo y se propicien mayores beneficios para la salud de las personas (Blakely et al., 2020). (4) Restringir la publicidad de alimentos y bebidas y otras formas de promoción comercial. Desde 1978 Quebec instau - ró una prohibición de cualquier tipo de publicidad dirigida a niños y niñas menores de 13 años, lo que incluye alimentos y bebidas. Con esta medida, se logró disminuir en un 24% la exposición de niños, niñas y adolescentes a publicidad de alimentos no saludables, entre el 2006 y 2011 (Potvin Kent et al., 2014). Desde 2007, en Francia todos los comerciales de televisión de alimentos procesados y bebidas deben incorporar un mensaje extraído de las guías alimentarias basadas en alimentos (ej. “por tu salud, come cinco frutas o verduras al día”). En 2016 el Ministerio de Salud de Brasil prohibió la publicidad y pro - mociones en alimentos ultraprocesados. En el caso de Reino Unido, en una primera instancia, se les solicitó a la industria la autorregulación en términos de publicidad de alimentos y bebestibles altos en azúcares, grasas y sal, para posteriormen- te pasar a una instancia de regulación regida por el código de prácticas de la industria. Ambas medidas en su conjunto han demostrado disminuir la compra de alimentos y bebidas altos en azúcares, grasas y sal entre aproximadamente 5.100 y 14.700 pesos chilenos por persona, dependiendo si en el hogar había niños/as o no (Silva et al., 2015). 5 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF

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