Policy Brief - Mejorar el acceso a alimentos saludables

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La malnutrición por exceso representa el principal problema de salud pública en Chile. Un 74,2% de la población adulta afectada (Ministerio de Salud. Gobierno de Chile, 2017b), un 67% de las gestantes atendidas en el Sistema Nacional de Servicios de Salud (Ministerio de Salud. Gobierno de Chile, 2019) y un 54% de los escolares (Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas & Ministerio de Educación. Gobierno de Chi - le, 2020) presenta esta condición. Los dos factores inmediatos causales de la malnutrición por exceso son las dietas insanas y el sedentarismo. En este sen - tido la misma Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 mues - tra que cerca de un 90% de la población es sedentaria, y la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario muestra que el 95% de la población en Chile requiere cambios en la dieta (Ministerio de Salud. Gobierno de Chile, 2010). A nivel mundial, las calorías obtenidas de la carne, los azúca - res y los aceites y grasas han aumentado durante las últimas décadas, y las de alimentos ricos en fibra como los cereales integrales, las legumbres y las raíces han ido disminuyendo. El consumo de alimentos ultraprocesados ricos en energía, azúcares, almidones refinados y sodio, así como el de bebidas azucaradas, sigue aumentando especialmente en los países de ingresos bajos y medianos. Sabemos que estas dietas con - tribuyen al sobrepeso y la obesidad. Chile destaca en la región por el alto y creciente nivel de ventas de productos ultrapro- cesados y bebidas gaseosas azucaradas (Cordova et al., 2021; Organización Panamericana de la Salud, 2019; Peters et al., 2019; World Cancer Research Fund International & The NCD Alliance, 2014). Esto tiene directa relación con los ambientes alimentarios llamados obesogénicos y poco saludables, que favorecen y promueven el alto consumo de alimentos insanos. Los ambientes alimentarios corresponden a la totalidad de los alimentos que las personas tienen disponible y les son accesibles en el contexto de su vida cotidiana (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2016). La evidencia señala que los barrios más desfavoreci - dos socioeconómicamente son los que tienen mayor oferta de productos poco saludables en todos sus ambientes ali- mentarios, por ende, son más obesogénicos, estableciendo una situación de inequidad de disponibilidad, acceso (físico y económico), y de consumo, que conduce a peores hábitos alimentarios que aquellos de alto nivel socioeconómico (Díez et al., 2019; Drewnowski et al., 2014; Mölenberg et al., 2021). Los ambientes alimentarios son también entornos socialmente construidos que responden a una elaborada red de influencia y determinaciones de actores públicos y privados, así como a las condiciones sociales y económicas de las personas y co- munidades (Rideout et al., 2015). Mientras el mercado opera a partir de cierta desregulación, el Estado puede intervenir mediante normativas y legislaciones que controlan y rigen la producción, comercialización, y marketing de alimentos. El modelo socioecológico de los ambientes alimentarios problematiza la idea de que es posible “elegir vivir sano”. El ambiente en que vivimos tiene una serie de “trampas” que hacen difícil llevar una vida saludable, incluso cuando co - nocemos cuáles son las conductas deseables (Araneda et al., 2020). Las elecciones de estilo de vida de los individuos son el resultado de la compleja interacción entre todos los factores que las determinan, entre los cuales el ambiente alimentario junto al nivel socioeconómico, son los de mayor relevancia. Estudios sobre el ambiente alimentario en países desarrolla- dos, han mostrado que, en los últimos años se observa un aumento en el número de locales de expendios de comida rápida y una clara concentración de este fenómeno en áreas más desfavorecidas económicamente (Janssen et al., 2017). Cerda y cols. (2015) plantearon para Chile un modelo de am - bientes alimentarios a través de un conjunto de definiciones, relaciones e interacciones multidireccionales, para compren- der el condicionamiento de los ambientes sobre la conducta alimentaria. El modelo propone cinco ambientes: doméstico, institucional, vía pública, restauración y abastecimiento, que se encuentran atravesados por dimensiones culturales, eco- nómicas y sociales. Este policy brief abordará principalmente el ambiente de abastecimiento del modelo chileno, referido a la distribución espacial de las fuentes de adquisición de alimentos, super - mercados, almacenes, mercados, ferias, entre otros. Este ambiente tiene una doble dimensión, es un ambiente en sí mismo y modula los demás al condicionar la disponibilidad y acceso físico a los alimentos en estos. En atención a lo anterior es relevante generar política pública para abordar los entornos alimentarios obesogénicos, como causa estructural de la obesidad y la mala alimentación po- blacional. Este policy brief va dirigido a gestores de políticas públicas y tomadores de decisión, en ministerios como los de salud, agri- cultura, economía, hacienda y desarrollo social; en municipios, especialmente aquellos más vulnerables; y a legisladores en comisiones de salud, agricultura, pesca, hacienda y economía. 3 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF

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