Policy brief - Barrios vulnerables deteriorados: ¿qué tipo de regeneración urbana para reducir las desigualdades socio-espaciales?

radora (física, social, económica...). Sin embargo, en muchos casos, las intervenciones se han mostrado más orientadas a la transformación del medio edificado de los barrios afecta - dos que a la mejora socioeconómica de la población que los habitaba (High Level Conference, 2010), lo que puede en- tenderse como una evidencia de la debilidad de la voluntad política de actuar de manera intersectorial para luchar eficaz - mente contra las desigualdades sociales. El caso chileno En el caso chileno la intervención en la escala barrial se re- mite en primera instancia a los conjuntos habitacionales que presentan un deterioro grave y acelerado, y que fueron construidos a partir de la década de los ochenta de manera masiva, sobre la base de una producción subsidiada por el Estado y orientada a la tenencia en propiedad. Desde esta compleja realidad, en el año 2006 se implementa desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), en Chile la denominada “política urbano-habitacional de mejo- ramiento de calidad e integración social” (Bachelet, 2005) a partir de la cual, además del mejoramiento de los estándares de la vivienda nueva, se instala la preocupación por la rege- neración de territorios vulnerables. De este modo, a partir de este momento se comienza a configurar de manera inci - piente en Chile lo que podríamos denominar una “política de regeneración urbano-habitacional” (Bustos, 2020). Aunque la política siguió bastante centrada en abordar el dé- ficit, se toman formalmente las primeras decisiones tendien - tes a hacerse cargo del parque habitacional ya construido, a través de programas y líneas de inversión para atender el deterioro de la vivienda, las copropiedades y la escala barrial. Se entiende desde ahora que la medición de las necesidades habitacionales debe estar vinculada a la localización, inclu- yendo las dimensiones de infraestructura, espacio público y servicios, incluyendo un fuerte componente de participación vecinal y articulación municipal. A partir de ese momento se comienzan a diseñar e imple- mentar nuevos programas, entre los que destacan el progra- ma “Quiero mi barrio” (DS 14), centrado principalmente en el mejoramiento del espacio público de los barrios vulnera- bles y el “Programa de protección al patrimonio familiar” (DS 255), que busca atender el deterioro y los conflictos sociales que afectan especialmente a bloques de vivienda social en altura. Posicionados como programas de referencia, a la luz de los aprendizajes y la aparición de nuevos requerimientos, estos se han ido actualizando, colaborando, además en el diseño e implementación de otros programas, y el diseño de metodologías de focalización con énfasis en aquellos territo- rios más vulnerables. Destacan entre estos, el “Programa de Regeneración de Conjuntos Habitacionales” (DS 18) centrado en casos de alta criticidad y el “Programa de Mejoramiento de Viviendas y Barrios” (DS 27), con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las familias, deteniendo el proceso de deterioro de barrios y viviendas. Acompañando la implementación de los distintos progra- mas, aparecen también como herramientas de apoyo a la política pública, la elaboración del Catastro Nacional de Condominios Sociales (MINVU, 2014), que ha identificado la cantidad, las tipologías y la localización de los conjuntos de vivienda en altura construidos por el Minvu o sus anteceso- res. Esta también, la Encuesta de Caracterización Socioeco- nómica CASEN (Ministerio de Desarrollo Social, 2017) que ha calculado que de los 5,8 millones de viviendas existentes a nivel nacional, 1.303.484 presentarían déficit habitacional “cualitativo”, identificando un 90,8% con necesidades de me - joramiento y conservación y un 14,35% con requerimientos de ampliación. La preocupación por el deterioro habitacional y las desigual- dades urbanas también es reconocida por la Política Nacio- nal de Desarrollo Urbano (PNDU, 2014) y, más recientemente, por el documento “Propuestas para la regeneración urbana de las ciudades chilenas” (CNDU, 2021) instalando como un elemento clave del debate sobre políticas urbanas el “nuevo papel del Estado en la regeneración de la ciudad segregada” (CNDU, 2015). En ellas se señala que la regulación es insu- ficiente para revertir la actual desigualdad urbana, estable - ciendo de manera explícita la necesidad de abordar la rege- neración de la ciudad como “la” herramienta para superar la segregación urbana (CNDU, 2015). Sin duda, lo anteriormente descrito sitúa a Chile en el con- texto latinoamericano con significativos avances en el diseño e implementación de políticas de regeneración en barrios vulnerables y medición del deterioro, no obstante, para avanzar en una dirección en la que los esfuerzos sean real- mente efectivos resulta imperioso establecer lineamientos claros en los planos analítico y operativo, destacando ciertas dimensiones claves que señalamos a continuación como re- comendaciones. 6 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF

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