Policy brief - Barrios vulnerables deteriorados: ¿qué tipo de regeneración urbana para reducir las desigualdades socio-espaciales?

5 Plazoleta Barrio San Gregorio. La Granja. 2019. Programa de Recuperación de Ba- rrios. MINVU. representa el 6% del déficit total en áreas urbanas, el deno - minado “déficit cualitativo” corresponde al 94% del total, de - jando en evidencia el fuerte requerimiento de regeneración urbana en la ciudad ya construida. Si bien, en un sentido estricto, el “déficit cualitativo” se relacionaba originalmente con el rezago en el acceso a servicios básicos, el término se ha ampliado para incluir el acceso a espacios públicos de calidad, transporte y servicios de educación, elementos que inciden también en la calidad del hábitat (Libertun de Duren et. al, 2018). Regeneración urbana en conjuntos habitacionales subsidiados por el Estado Existen diversos casos y experiencias a nivel internacional en los que, desde hace ya más de cinco décadas, se han im- plementado políticas públicas con el objetivo de regenerar barrios de vivienda social promovidos o construidos por el propio Estado, mediante acciones de rehabilitación, remo- delación y, a veces, de demoliciones. Sin embargo, desde la década de los noventa, con la consolidación del neolibe- ralismo, es cuando grandes agentes internacionales, preo- cupados por revertir y prevenir la creciente exclusión social y el aumento de las desigualdades urbanas, comenzaron a promover la institucionalización de la categoría de “barrios vulnerables” asociada a la “regeneración urbana” (Bustos-Pe- ñafiel y Castrillo-Romón, 2020). A partir de este momento, la regeneración urbana se co- mienza a vincular a una serie de actuaciones y metodologías para abordar territorios que exhiben deterioro urbano y con- centran múltiples problemáticas sociales, con la finalidad de - clarada de generar transformaciones de orden físico a nivel habitacional, barrial y urbano. En definitiva, se busca recom - poner los tejidos urbanos y sociales, integrando física, eco- nómica, cultural y socialmente dichas áreas a la ciudad con el objetivo de alcanzar una cierta “cohesión” socioeconómica. Aunque existen muchas similitudes en los diagnósticos de este tipo de barrios vulnerables, (generalmente asociados al perfil socioeconómico de su población), los diversos pro - gramas y políticas urbanas implementadas con modelos de gestión difieren de un caso a otro. Las principales diferencias se vinculan al mayor o menor grado de participación del Es- tado (determinando con ello el grado de inclusión del sector privado en las intervenciones), así como al enfoque de los programas. Mientras algunos ponen el acento en la vivienda como factor crítico (EE.UU .), otros lo ponen en los factores sociales y económicos (Alemania, Reino Unido) o aspiran -al menos nominalmente- a actuar de manera multidimen- sional (Francia, España) (Delgadillo, 2020). Aparece de este modo, en el contexto de la Unión Europea, el concepto de “regeneración urbana integrada”, que centra desde hace dos décadas la política en materia de barrios vulnerables, consi- derando como eje la intersectorialidad de la acción regene-

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