Reanimación neonatal: aprendiendo interactivamente

58 58 DEFINICIÓN Las Compresiones Torácicas son compresiones rítmicas del esternón que tienen como objetivo comprimir el corazón contra la columna vertebral, aumentando y disminuyendo cíclicamente la presión intratorácica promoviendo, de esta manera, la circulación de la sangre hacia los órganos vitales (1). FUNDAMENTOS Se sugiere iniciar las compresiones cuando los recién nacidos presentan una frecuencia cardíaca inferior a 60 latidos por minuto, pese a los pasos iniciales de la reanimación y al apoyo de VPP efectiva durante 30 segundos con TET (1). Cuando los niveles de oxígeno en la sangre disminuyen, aún durante la administración de VPP efectiva por 30 segundos, la función del corazón se deprime pues el músculo cardíaco no puede contraerse con la suficiente fuerza para llevar sangre a los pulmones. Se debe llevar (bombear) sangre en forma mecánica desde el corazón al resto del organismo a través de las compresiones en el tórax del neonato, en conjunto con la administración de ventilación con oxígeno al 100 %, hasta que el corazón esté suficientemente oxigenado como para iniciar y mantener su función principal (1). Las compresiones torácicas se realizan con fundamento en dos principios (2): 1. Contribuyen a ventilar los pulmones y 2. Restauran la circulación sanguínea. Aún se desconocen los mecanismos por los cuales se logra activar y mantener el flujo sanguíneo. Se ha observado que cuando comienza el masaje cardíaco en niños y adultos, los registros demonitorización continua de presión arterial o de la actividad eléctrica del corazón a través de electrocardiografía (ECG), informan actividad eléctrica y presiones de 60 - 100 mm de mercurio (3). Compresiones Torácicas Janet González M. INTRODUCCIÓN Luego de realizar ventilación a presión efectiva durante 30 segundos a través de una vía aérea alternativa, si la frecuencia cardíaca está bajo 60 lpm es necesario iniciar las compresiones torácicas, siendo un paso crítico para proporcionar flujo sanguíneo adecuado al resto de los órganos, sin dejar de lado los riesgos que puede implicar cuando se realiza la técnica de manera incorrecta. Se debe recordar que al iniciar o mantener las compresiones torácicas (CT), siempre se debe asegurar una ventilación efectiva, ya que de lo contrario puede ser perjudicial. Este capítulo se relaciona con el anterior ya que es indispensable administrar VPP efectiva para pasar a las compresiones torácicas y es el paso que se realiza en conjunto con la administración de medicamentos. PUNTOS CLAVE Se debe iniciar las compresiones torácicas en circuns- tancias de reanimación de un neonato con una frecuencia cardíaca menor a 60 latidos por minuto, luego de haber ventilado efectivamente 30 segundos con tubo endotraqueal. Una vez instalada una vía aérea avanzada, por tubo endotraqueal o máscara laríngea, se debe ventilar por 30 segundos considerando que ésta es la acción más efectiva para que el recién nacido logre aumentar su frecuencia cardíaca. Administrar las compresiones torácicas siempre con oxígeno al 100%. Se recomienda que las compresiones torácicas se ad- ministren en el tercio inferior del esternón, a una profundidad de un tercio del diámetro anteroposterior. Se recomienda una relación de compresión de tres compresiones por una ventilación cada dos segundos. El método más efectivo para realizar las compresiones torácicas es la técnica de los pulgares. Los pulgares siempre deben permanecer en el pecho. Dejar que el tórax se expanda completamente, levan- tando los pulgares, pero sin retirarlos del pecho. Se recomienda que el reanimador que administra las compresiones pase a la cabecera de la cuna, mientras que la que se encarga de entregar ventilaciones pase al costado. La frecuencia de las compresiones debe ser de 90 com- presiones por minuto. 6 Las compresiones torácicas deben realizarse durante 60 segundos, luego, se requiere evaluar la frecuencia cardíaca. Para evaluar la frecuencia cardíaca es preciso utilizar el monitor cardíaco. Si no está disponible, se puede reali- zar esta evaluación mediante la auscultación con un estetoscopio. Las compresiones torácicas se deben detener cuando la frecuencia cardíaca sea mayor o igual a 60 lpm. Si la frecuencia cardíaca es mayor a 60 lpm, se debe continuar con la ventilación a presión positiva a una frecuencia de 40 a 60 respiraciones por minuto.

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